Lo que piensan los jóvenes sobre el consumo de alcohol en exceso y el problema de la siniestralidad vial
• Reconocen la trama multicausal en el problema de los accidentes de tránsito y su relación con el consumo abusivo de alcohol. Y confirman que la Tolerancia Cero no es una medida eficiente por sí sola.
• Estas conclusiones se desprenden del estudio presentado por la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) en el Congreso de la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión, que buscó comprender cómo los jóvenes entre 18 y 25 años entienden y construyen sus discursos con relación a la responsabilidad, el cuidado y el disfrute.
La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), a través de su unidad ejecutora el Fondo Vitivinícola, presentó junto a la consultora Trendsity un estudio sobre la relación de los jóvenes con el consumo de alcohol.
Se trata de una investigación que enmarcada en el programa “Me lo tomo en serio”, una iniciativa que aborda el debate sobre siniestralidad vial y su relación con el consumo responsable de vinos en Argentina. El estudio fue presentado este jueves 3 de noviembre por Carmen Pérez del Fondo Vitivinícola y Viviana Barcesat de Trendsity, durante el Congreso de la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión (SAIMO) y la Cámara de Empresas de Investigación Social y de Mercado (CEIM) realizado en la sede de la Universidad Siglo21 de Vicente López en Ciudad de Buenos Aires.
La investigación llevada a cabo por la consultora Trendsity a pedido de COVIAR, buscó conocer cómo viven el contexto actual los y las jóvenes de entre 18 y 25 años; comprender cuál es la decodificación del target sobre el concepto “responsabilidad” para identificar ejes discursivos relevantes y permeables a este grupo etario. Y permitió también identificar cuáles son las ecuaciones simbólicas que realizan frente al ser joven hoy y los cuidados, las restricciones, la circulación y las normas de tránsito, entre otros puntos.
Para esta investigación se realizaron 24 focus groups online con jóvenes de distintos estratos sociales en tres plazas del país: Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Mendoza y la ciudad de Rosario en Santa Fe.
“La problemática de la accidentología vial nos interpela a todos como sociedad porque gran parte de las iniciativas que proponen como solución, tremendamente reduccionista, a la Tolerancia 0 son proyectos de ley que tienen un solo artículo (bajar de 0.5 a 0 el nivel de alcohol en sangre), pero nada dicen de la educación, la prevención, de cómo estamos formando a los nuevos conductores y de la relación entre consumo responsable y cultura vial”, explicó Carmen Pérez del Fondo Vitivinícola, unidad ejecutora para la promoción del vino en el mercado interno dentro del ámbito de Coviar.
Por esta razón es que desde el Fondo Vitivinícola, con financiamiento de COVIAR, se decidió iniciar una investigación con Trendsity que en primer lugar permita escuchar y entender a este grupo de las y los jóvenes, señalado y en gran medida estigmatizado en este debate sobre la siniestralidad vial, y entender cómo construyen conceptos fundamentales para esta discusión como son el cuidado y la responsabilidad.
A la consulta sobre ¿cómo se vivencia ser joven hoy? Aparecen respuestas como “estrés”, “sobre exigencia”, “cansancio”, “ansiedad” e “incertidumbre”. No obstante, el concepto de “responsabilidad” aparece como una marca fuerte en este grupo, precisamente porque es el momento en el que comienzan a construir sus proyectos personales. El contexto es leído por los y las jóvenes como de fragilidad institucional por esta generación marcada a fuego por la pandemia del COVID-19.
Entre los jóvenes el “disfrute en perspectiva generacional también se deconstruye”, advierten desde Trendsity. Hay un cambio de paradigma. El disfrute se resignifica, deconstruye y se inserta en un marco de cuidado y construcción de sí, donde se deben balancear los proyectos personales y el bienestar.
En relación puntual al consumo de alcohol, los consultados identifican una etapa más temprana, en la adolescencia, donde se dan experiencias iniciáticas en el consumo y luego una etapa de más “descontrol y excesos”, ubicadas entre los 13 / 14 y los 15 a 17 años respectivamente. Ya a partir de los 18 años, que coincide con el inicio de “un proyecto más personal de vida” (la universidad, el primer trabajo, vivir solos), se inicia una etapa donde el consumo de alcohol tiene un rol de disfrute, ligado a momentos más sensoriales. “Se convierte en una etapa nueva donde descubren tomar por gusto personal, se interesan”, explican desde la consultora.
“Dentro de este contexto, hablar de Tolerancia Cero como medida entre los jóvenes no aparece como una solución. A simple vista es insuficiente para trabajar la complejidad que tiene que ver con ocupar el espacio urbano y la problemática de la siniestralidad vial”, explica Viviana Barcesat de Trendsity. “El sentido de responsabilidad no se construye exclusivamente desde lo punitivo. Y la “tolerancia cero” no se decodifica como una herramienta que funcione con eficacia por sí sola, sino que debe articularse dentro de la amplia y compleja dinámica sociocultural”, explican desde Trendsity.
Atender a la trama multicausal del problema
“A partir de escuchar a los jóvenes, ellos nos están señalando que la problemática es cultural. Que frente al consumo de alcohol y la siniestralidad vial se debe desarrollar una cultura de la responsabilidad y del cuidado que permita una transformación de base y sostenible en el tiempo”, advierte Barcesat en su exposición. Y frente a esto los jóvenes piden un abordaje multicausal que incluya una comunicación con perspectiva generacional, que empatice con los códigos de las y los jóvenes, que enfrente el abandono institucional a partir de reglas claras, educación y prevención; y que contemple una raíz cultural del problema que permita revisar y deconstruir valores, formas de pensar, vínculos con el espacio urbano y la cultura alcohólica.
“En el final de la investigación nos quedamos con dos conceptos e ideas fuertes: por un lado, deconstruir una cultura heredada no solo en relación al consumo excesivo y problemático de alcohol, sino también en relación al uso del espacio público y la cultura vial que necesita ser abordada desde otras perspectivas sin caer en el reduccionismo de pensar que una sola medida prohibicionista es la solución mágica para una trama multicausal y compleja”, agrega Carmen Pérez del Fondo Vitivinícola. Por otro lado, los y las jóvenes dejaron claro que es necesario “destabuizar” el debate y la relación entre consumo problemático de alcohol y siniestralidad vial. Esto implica disponibilizar información, crear conciencia, incorporar el debate en las instituciones, trabajar en el largo plazo para cuestionar, modificar y mejorar pautas culturales que construyan juventudes responsables y políticas públicas que las contengan y propicien, desde una perspectiva generacional, una ciudadanía plena.
Fuente: COVIAR
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