YPF anunció una inversión millonaria en plena zona frutícola en Río Negro,

En la localidad de Allen, Río Negro, YPF protagoniza un nuevo conflicto en medio de una histórica inversión. Por un lado, la compañía acaba de anunciar un importante desembolso en el área que ronda los US$ 60 millones de dólares y, por otro, el Concejo Deliberante local, casi al mismo tiempo, rechazó un acuerdo de tasas, firmado entre la intendenta Sabina Acosta y la oficina regional de la empresa, de 20 millones de pesos. Ambas escenas suman un nuevo capítulo a la historia de enfrentamientos que vienen manteniendo la petrolera y un municipio enclavado en pleno Alto Valle, el mayor productor de manzanas y peras del país.

La empresa tiene instalada una moderna planta en la Estación Fernández Oro (EFO). Se trata del principal yacimiento gasífero de la provincia con más de 70 pozos en actividad. Las luces de las torres pueden observarse en la noche desde la ruta 22. Colosos en plena labor entre los frutales. Producen alrededor de 2,7 millones de m3 de gas.

YPF anunció que realizará una inversión de US$ 56 millones en la ampliación de su planta con el propósito de duplicar la producción y llevarla a los 4 millones de m3. Otra inversión de la que no trascendieron números se agregará obligadamente. La empresa licitará la construcción de un ducto de 30 kilómetros, para el despacho creciente de gas, que se conectará con los gasoductos troncales Neube I y II.

Pero no todos observan con buenos ojos el desembarco petrolero en el Alto Valle. Hasta 2014 el área estaba en manos de capitales norteamericanos con las empresas Pioneer y Apache. YPF les compró su parte aquel año. Los chacareros sufrieron el avance de las multinacionales. Algunos vendieron sus chacras, otros optaron por alquilarlas resignando espacios de producción.

La petrolera siempre ha intentado bajar el volumen de sus conflictos con los vecinos que se oponen a su presencia. Las denuncias por contaminación son habituales en la localidad. En agosto de 2013, el Concejo Deliberante aprobó el proyecto que nombraba a Allen tierra libre de fracking. Ocurrió una semana antes de que se firme el acuerdo por Vaca Muerta en Neuquén entre YPF y Chevron.

Con estos antecedentes, los concejales de la localidad dieron marcha atrás a un convenio que había subscripto la intendenta Acosta con Carlos Grassia, gerente ejecutivo de la Regional Neuquén de YPF, por el cual la compañía iba a pagar 2 millones de pesos en concepto de tasas del periodo 2017 y otros 14 millones en materiales y maquinarias por rubros que no están claramente definidos.

Los ediles argumentan que el convenio tiene “vacíos administrativos graves”. El acuerdo fue anunciado por Acosta el 25 de mayo en el marco de los festejos del aniversario de la localidad.

Para los concejales no está explicado cómo se llegó a la cifra de 2 millones por tasas -higiene, seguridad, inspección-, ni cuál es el trasfondo legal y técnico de la donación de 14 millones. Esta última partida iba a estar destinada a infraestructura, maquinaria vial y asfalto, se informó.

El Concejo Deliberante le pidió a la intendenta detalles sobre las razones que fundamentan los 2 millones para comprobar que es correcto. “Que para el caso de que dicho importe sea menor al que correspondiera percibir, podría incurrirse en un perjuicio fiscal”, indican en una ordenanza. También aseguran que el pacto por los restantes 14 millones no fue remitido como corresponde para su análisis y exigen antecedentes.

En los próximos días YPF decidirá en qué espacio ubicará su ampliación. La estructura podría ser levantada en una chacra al lado de la actual planta que es propiedad de la compañía. Otro de los problemas a tener en cuenta por los técnicos es el nivel de ruido que generarán los flamantes equipos. Una batalla más con los vecinos se observa en el horizonte. Fuente: Clarín