Continúa la certificación de ciruelas desecadas para exportación en Mendoza

Ya son más de 5.500 toneladas las que el Senasa autorizó para enviar desde el oasis sur de la provincia a diferentes partes del mundo.

Mendoza – El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) continúa con la certificación fitosanitaria de ciruelas desecadas para exportación, una de las producciones de gran importancia para la economía regional de la provincia de Mendoza, en los departamentos de San Rafael y General Alvear.

La producción y exportación de ciruelas desecadas es una actividad de relevancia para el Centro Regional Cuyo del Senasa, donde sus agentes de las oficinas locales de San Rafael y Gral. Alvear intervienen en el proceso fitosanitario y autorizan el 95% de las partidas de todo el país.

Esta variedad de ciruela es conocida como D’agen. Su cosecha inicia en febrero y durante el año se exporta a diferentes partes del mundo. Las fincas y producciones de mayor relevancia se encuentran distribuidas en el oasis sur de Mendoza.

“De un total de algo más de 5.826 toneladas exportadas desde nuestro país durante todo el 2022, sólo la oficina de San Rafael certificó más de 4.650 toneladas. Es una producción fundamental en la región”, destacó Martin García Ghezzi, agente de la Coordinación de Protección Vegetal de la oficina local del Senasa en San Rafael.

El Senasa acompañó al sector exportador certificando la calidad y sanidad de este producto para que pueda ser comercializado en diferentes partes del mundo, siendo Brasil, España y Chile los principales destinos. En menor medida, pero alcanzando mercados internacionales muy exigentes, se enviaron partidas hacia Rusia, Egipto, Singapur, China, Mongolia y Nueva Zelanda.

“La participación de los agentes del ente sanitario en la cadena agroalimentaria de la ciruela es muy importante. Desde el comienzo se ha acompañado al productor en el asesoramiento para la emisión del DTV-e-; en los rotulados y envases que deben utilizar; se ha intervenido en la habilitación de secaderos y establecimientos de empaque y, en última instancia, en la fiscalización de las condiciones finales de la ciruela para que pueda ser exportada”, aseguró Ghezzi.

Además afirmó que: “Nosotros nos encargamos de realizar las inspecciones finales del producto. Abrimos las cajas, tomamos muestras y si todo se encuentra como la normativa lo solicita, emitimos el certificado fitosanitario para esa exportación”.

La ciruela desecada suele ser muy requerida por sus usos y beneficios. Puede consumirse sola o junto con otros alimentos, utilizándose también en ocasiones para la producción de jugos naturales, jaleas, mermeladas o en la elaboración de salsas.