Cerezas riojanas: calidad, sostenibilidad y arraigo en la agroindustria argentina.
La producción de cerezas en la provincia de La Rioja se consolida como un área clave para esta fruta de alta demanda internacional. Las condiciones de maduración en altura, con suelos bien drenados y clima seco, permiten que las cerezas riojanas tengan una calidad diferenciada, caracterizada por un color intenso, dulzura y firmeza
El secretario de Agricultura de La Rioja, Jorge Mario Ortiz, dialogó con este medio sobre el proyecto productivo estatal que lleva adelante la provincia para ingresar en el negocio de la cereza.
“El gobierno buscaba alternativas productivas para la provincia, sin dejar de lado las producciones tradicionales, que son la vid, el olivo y el nogal. Entonces, buscamos productos que sean de alto valor y en ese contexto surgió la cereza, el almendro, y el pistacho.”
La industria cerecera de La Rioja no solo impulsa la economía local sino también genera empleo estacional en zonas rurales, contribuyendo a la economía de las familias y promoviendo el arraigo en comunidades donde el acceso a otros sectores económicos es limitado. Esta expansión ha incentivado además a pequeños y medianos productores a sumar programas de producción integrados, con miras a cumplir con estándares de calidad y sostenibilidad, alineándose con tendencias de consumo que valoran el impacto ambiental rojo.
Con esfuerzos constantes en innovación y mejoras en la logística, La Rioja busca posicionarse como un actor relevante en la industria de cerezas, representando una fuente de orgullo local y un ejemplo de cómo la agroindustria puede prosperar en condiciones desafiantes.