Asegurando la Calidad del Agua: Fundamento Vital para la Exportación Frutícola en el Alto Valle-audio-

En la vasta extensión del Alto Valle, la producción frutícola se erige como pilar económico, especialmente en el cultivo de frutas de pepita. Con un total de 37,873 hectáreas dedicadas a esta noble labor, la región del Alto Valle se ha consolidado como un actor destacado en la exportación de peras y manzanas.

El Grupo Técnico Regional Patagonia, consciente de la trascendencia de la calidad del agua en el proceso agrícola, se encuentra inmerso en la tarea de cumplir rigurosamente con los requisitos exigidos para garantizar la exportación de las frutas producidas en Río Negro y Neuquén. Estos requisitos, dictaminados por los estándares de calidad de diversos mercados internacionales, se tornan esenciales para asegurar la inocuidad de los productos.

En este contexto, el INTA desempeña un papel clave al respaldar el cumplimiento de los requisitos necesarios para obtener las certificaciones requeridas a nivel regional. Lucía Mañueco, especialista en riego del INTA Alto Valle, compartió su perspectiva: “Esta zona es eminentemente frutícola, con gran parte de las peras y manzanas destinadas a la exportación. Para lograr este cometido, es imperativo cumplir con una serie de requisitos establecidos por las normativas de calidad de los diversos mercados, destacándose aspectos como la sanidad y la inocuidad”.

En una reciente entrevista, Mañueco detalló la importancia de la calidad del agua en este proceso, subrayando cómo influye directamente en la salud y seguridad alimentaria de los productos destinados a la exportación

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