Una amenaza que viene usada: el agro en alerta por el decreto que pone en jaque a la maquinaria nacional.Audio

Audio:Director Ejecutivo de AFAT, Leandro Brito Peret.
Profunda preocupación del sector ante la eliminación del certificado para importar usados
AFAT advierte que el Decreto 273/25 pone en riesgo cientos de empleos, frena la renovación tecnológica del agro y genera una competencia desleal con equipos obsoletos sin trazabilidad ni garantía.
“No se trata solo de máquinas. Se trata de empleo, desarrollo, innovación, seguridad y futuro”. Con esa frase, que suena casi como una advertencia, desde la Asociación de Fabricantes Argentinos de Tractores y otros equipamientos agrícolas (AFAT) sintetizan el impacto que podría tener la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), recientemente dispuesta por el Gobierno a través del Decreto 273/25.
La medida —que implica la apertura irrestricta a la importación de maquinaria agrícola usada— pone en alerta a uno de los sectores más dinámicos y estratégicos de la economía argentina. El reclamo no es menor: se trata de una industria que ha invertido millones de dólares en más de cinco décadas, con 12 plantas fabriles en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, una red de más de 500 puntos de atención en todo el país, y que genera 16.700 puestos de trabajo directos e indirectos.
“Estamos frente a una resolución que no sólo desalienta la compra de maquinaria nueva, sino que atenta contra la competitividad, la seguridad operativa y la renovación del parque tecnológico argentino”, señalan desde AFAT.
¿Qué se pone en juego?
Más del 70% de las cosechadoras y el 80% de los tractores en uso en el país tienen más de 10 años. La llegada de equipamiento usado sin trazabilidad, garantía ni control técnico podría profundizar ese retraso estructural.
A diferencia de lo que ocurre con las unidades nuevas, cuyo recambio permite saltos de productividad inmediata (una máquina actual puede ser hasta un 25% más eficiente que una de hace 10 años), el ingreso de maquinaria de descarte exportada por países con subsidios, ventajas fiscales y logísticas, deja en desventaja a la producción nacional.
Además, en Argentina entre el 60 y el 75% de las ventas de maquinaria nueva se concretan con la retoma de usados como parte de pago. Esta dinámica se ve seriamente afectada por la apertura sin restricciones.
“La medida genera una asimetría estructural que pone en riesgo el entramado productivo, los proveedores locales y la continuidad de cientos de concesionarios y técnicos especializados distribuidos en toda la Argentina.”
Impacto en cadena
Riesgo para puestos de trabajo vinculados directa e indirectamente al agro.
Potencial retroceso en la sustentabilidad ambiental y la seguridad operativa.
Posible afectación en los millones de dólares que la agroindustria aporta en exportaciones.
Desde AFAT sostienen que el ingreso irrestricto de usados introduce maquinaria sin garantía ni control sanitario.
¿Qué dijo Caputo?
En el 11° Congreso de Economía Regional en Corrientes, el Ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó:
“No se debe pasar de un extremo al otro. La apertura debe ser responsable, sin perjudicar a quienes invierten y producen en el país desde hace años”.
Para entender en profundidad los efectos de esta medida y la posición del sector, escuchá la entrevista completa con el Director Ejecutivo de AFAT, Leandro Brito Peret.