Sergio Romagnoli: Hacia una Fruticultura con Mayor Valor Agregado Ambiental.audio
En un esfuerzo por promover una producción de frutas que aproveche estratégicamente los procesos naturales y sea más amigable con el medio ambiente, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Fundación Banco Credicoop han unido fuerzas con pequeños productores frutícolas para impulsar la transición hacia prácticas de agricultura regenerativa.
El nuevo programa, denominado “Crecer Cooperando: Transición hacia la agricultura regenerativa para la reducción del impacto ambiental”, tiene como objetivo implementar una estrategia agrícola que mitigue y captura o remueva gases de efecto invernadero (GEI) en predios de pequeños y medianos fruticultores del Alto Valle de Río Negro. Este esfuerzo está centrado en reducir la huella de carbono de la producción frutícola, un indicador crucial que permite conocer el impacto ambiental frente al cambio climático y promover el diseño de estrategias de mitigación más amigables.
Monitoreo y Relevamiento
Sergio Romagnoli, especialista del INTA Alto Valle y referente técnico del programa, destacó en contacto con Agrovalle, que: “la iniciativa comenzará con un riguroso monitoreo y un relevamiento de datos de la temporada anterior. “El objetivo es conocer la huella de carbono y la línea de base de carbono en suelos, para establecer líneas de trabajo y planos de mejora en esos campos”, explicó Romagnoli.
Enfoque en Productores Locales
En una primera etapa, el programa se enfocará en pequeños productores frutícolas, principalmente de peras y manzanas, pertenecientes a la Cooperativa La Primera en General Roca, así como dos productores de la ciudad de Cipolletti. Este enfoque local no solo busca mejorar la sostenibilidad ambiental de la producción frutícola en la región, sino también fortalecer la economía de estos pequeños y medianos productores.
Beneficios de la Agricultura
La agricultura regenerativa no solo tiene el potencial de reducir significativamente la huella de carbono, sino que también mejora la salud del suelo, aumenta la biodiversidad y ayuda a las comunidades agrícolas a ser más resilientes frente a los desafíos del cambio climático. Al capturar y almacenar carbono en los suelos, estas prácticas contribuyen directamente a la mitigación del cambio climático, proporcionando un modelo sostenible que puede ser replicado en otras regiones.
Hacia un Futuro Sostenible
El programa “Crecer Cooperando” representa un paso significativo hacia una fruticultura con mayor valor agregado ambiental. Al unir la experiencia técnica del INTA y el apoyo de la Fundación Banco Credicoop con el compromiso de los productores locales, esta iniciativa promete paulatinamente transformar la producción frutícola en el Alto Valle de la provincia de Río Negro, promoviendo prácticas que no solo benefician al medio ambiente, sino también a las comunidades que dependen de esta vital industria.
Este esfuerzo conjunto es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración y la innovación pueden conducir a un futuro más sostenible y próspero para todos. Con el apoyo continuo y la implementación de tecnologías avanzadas, la transición hacia una fruticultura regenerativa no solo es posible, sino que está en marcha.
Sobre el programa
En febrero de 2024 la Fundación Banco Credicoop suscribió el convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo (Fondo Multilateral de Inversiones “BID Lab”), para implementar el programa que impulsa prácticas de agricultura regenerativa entre productores y pequeñas cooperativas agrícolas mediante acciones de sensibilización, capacitación, asistencia técnica y vinculación con el mercado de bonos de carbono.
La primera etapa del programa trabajará en la sensibilización sobre las virtudes de la agricultura regenerativa, además, se ofrecerá asesoramiento técnico y capacitación. Durante la segunda etapa se implementará un esquema de incentivos y financiamiento para que los productores puedan realizar las inversiones necesarias para la transición.
