Ruta de la yerba mate: buscan que sea declarada patrimonio mundial
Única en el mundo, ofrece un experiencia singular basada en su historia, cultura y gastronomía, como así también en el recorrido por los establecimientos que la conforman.
Si bien en otros países existen los caminos del té y del café, la Ruta de la Yerba Mate (RYM) es única en el mundo y promete una experiencia particular a los turistas que la visitan. Su itinerario turístico, que se basa en la yerba, recorre la zona productora que abarca el norte de la provincia de Corrientes y toda la extensión de la provincia de Misiones.
Esta zona es la columna vertebral yerbatera argentina y busca, desde 2017, ser declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La misma agrupa alrededor de 250 emprendimientos y es visitada por 200.000 turistas por año aproximadamente, quienes aprovechan la oportunidad para conocer también otros atractivos misioneros y del norte correntino.
Su origen se remonta al año 1645, cuando era una ruta de comercialización para abastecer a los pueblos guaraníes de las reducciones jesuíticas. La yerba mate era considerada el oro verde que los jesuitas intercambiaban por metales preciosos en el Alto Perú. Con el paso del tiempo, fueron surgiendo establecimientos familiares, granjas orgánicas, cooperativas y grupos industriales exportadores a gran escala que se empezaron a inclinar también hacia la actividad turística, incorporando a sus actividades gastronomía y hospedaje.
Los visitantes que quieren formar parte de esta experiencia, buscan conocer todo el proceso de la producción de yerba y ser parte del mismo. Además de observar las tareas y participar de las mismas, pueden visitar museos y monumentos yerbateros que poseen algunas estancias, realizar visitas guiadas, escuchar historias de lugareños y sorprenderse con las opciones gastronómicas que se realizan utilizando a la yerba mate como ingrediente: carnes, pastelería, panes, licores y alfajores.
Por su parte, la provincia de Misiones ya declaró a esta ruta como “Patrimonio Cultural, Histórico, Turístico, Paisajístico, Productivo, Gastronómico e Industrial”. Gracias a ello el Estado podrá colaborar con su promoción y su posicionamiento para que pueda estar a la altura de los demás atractivos de la provincia, como son las Cataratas del Iguazú, los Saltos del Moconá y las reducciones jesuíticas de San Ignacio.
A la declaración de la Legislatura de Misiones se le suma la del Parlasur, como “Principal Ruta Alimentaria” y “Patrimonio Cultural” del Mercosur, la del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación como “Marca Argentina” y la de la cartera de Cultura nacional como “Marca País, Marca Destino-Símbolo de la Cultura Productiva Argentina”.
La RYM está abierta durante todo el año, pero la época ideal para visitarla es durante la zafra yerbatera, del 1 abril al 1 de octubre, que es cuando sucede el proceso completo.
Fuentes: Télam y Asociación Ruta de la Yerba Mate/El Agrario. Por Natalia Marchesi