Río Negro frente al desafío cebollero: entre la abundancia brasileña y la urgencia de diversificar mercados.

La provincia se juega una carta clave con su producción de cebolla: Brasil, su principal comprador, reporta una cosecha récord que podría alterar el tablero. Desde la Secretaría de Agricultura, se analiza el escenario con visión estratégica y una advertencia tácita: hay que pensar más allá de la frontera.

Por Redacción

Este medio dialogó con el secretario de Agricultura de Río Negro, Lucio Reinoso.

La cebolla ya no es sólo un cultivo más en el mapa agrícola de Río Negro. En silencio, sin estridencias, fue ganando terreno sobre otras producciones históricas, empujada por el esfuerzo de productores, muchos de ellos migrantes, la búsqueda de mayor rentabilidad y una cadena comercial ágil que encontró en Brasil un cliente voraz. Hoy, esa relación entra en una zona de incertidumbre.

Brasil, principal destino de la cebolla rionegrina, atraviesa un ciclo productivo inusualmente abundante. Su cosecha local excede las proyecciones, y el mercado da señales claras: este año comprará menos. En el Alto Valle y Valle Medio, la alerta ya está encendida.

Desde la Secretaría de Agricultura de Río Negro lo saben y analizan el impacto con claridad. La situación obliga a pensar en otras geografías, otros hábitos de consumo, otras exigencias logísticas y sanitarias. Estados Unidos, Asia, Perú: los nombres aparecen como opciones, pero nada está garantizado.

La dependencia del mercado brasileño —que en años anteriores llegó a absorber hasta el 80% de la cebolla exportada— representa hoy una vulnerabilidad estructural. La sobreoferta brasileña podría desplomar precios, dejar mercadería sin destino y golpear de lleno a pequeños y medianos productores que no tienen espalda para sostener pérdidas.

En paralelo, la provincia trabaja para fortalecer la infraestructura productiva, generar capacidades técnicas y mejorar la calidad de la cebolla exportable. También se activan contactos institucionales y comerciales para abrir puertas en el exterior. Pero abrir mercados lleva tiempo, requiere certificaciones y una capacidad organizativa que el sector deberá consolidar si quiere trascender su actual modelo exportador.

Río Negro ya demostró su potencia: produce cebolla de alta calidad, en grandes volúmenes, con eficiencia. Lo que hoy está en juego no es sólo el resultado de esta campaña, sino la posibilidad de transformar esa potencia en una estrategia de largo plazo, menos vulnerable, más inteligente.

 Escuchá la entrevista completa con el secretario de Agricultura de Río Negro, Lucio Reinoso, y conocé en profundidad los desafíos, alertas y oportunidades del sector cebollero.

Difunde el contenido