Productores de Conesa abren sus puertas a los futuros profesionales de la gastronomía

Gral. Conesa: La Cámara Agraria de General Conesa dio un paso estratégico en la vinculación entre el sector productivo y la formación académica. En una jornada de intercambio, la entidad recibió a autoridades y docentes del Instituto de Formación Docente Continua de San Antonio Oeste (IFDC), con el objetivo de avanzar en un convenio de cooperación que permitirá a estudiantes de distintas carreras y especialmente de la Tecnicatura en Gastronomía realizar prácticas profesionales en emprendimientos locales.

La jornada incluyó recorridos por la bodega Un Refugio, del productor Pablo Rodríguez, y por los invernaderos de la familia Cardozo, dos Pymes que representan el esfuerzo y la constancia de la producción familiar en la región.

La bodega, con más de 12 años de trayectoria, se ha consolidado en el mercado con vinos varietales de gran calidad, reconocidos en el Alto Valle y el sur bonaerense por su sabor distintivo. Por su parte, los invernaderos Cardozo, ubicados sobre la ruta Nº 250, llevan más de una década cultivando hortalizas bajo cubierta y a cielo abierto, con diez naves en producción que abastecen tanto a Conesa como a buena parte de la Patagonia.

El presidente de la Cámara Agraria, Daniel Vázquez, resaltó la importancia del acuerdo: “Gral. Conesa posee actores fundamentales para la experiencia de los futuros profesionales de la región. Ellos podrán tomar contacto directo con la actividad primaria y con el proceso industrial que lleva adelante un productor para la elaboración de un vino”. “ También aprenderán a valorar las tareas que demandan los cultivos, conocer la trazabilidad de los ingredientes y, a futuro, generar un impacto positivo en la sociedad y en la economía regional”, expresó.

En representación del IFDC participaron Claudia Prieto, coordinadora de la Tecnicatura Superior en Gastronomía, y los docentes Belén Devia (enología), Maciel  Maidana (prácticas de 2º y 3º año) y Lisandro Manavella (prácticas de 1º año), quienes destacaron la iniciativa de la Cámara Agraria y la disposición de los productores para abrir sus espacios a la formación profesional.

La articulación entre el mundo productivo y el educativo abre un camino de oportunidades para que los futuros gastronómicos comprendan la esencia de los alimentos desde su origen, generando un círculo virtuoso de aprendizaje, arraigo y desarrollo regional.

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