Producción sustentable: más de cien personas participaron de una jornada sobre bioestimulantes y manejo del suelo en Conesa.

Productores, estudiantes, técnicos y referentes del agro se reunieron para repensar prácticas agrícolas y avanzar en el uso de insumos naturales como alternativa a los fertilizantes sintéticos. El encuentro destacó experiencias locales de innovación y cuidado ambiental.
Conesa vivió este jueves una jornada de intercambio, conocimiento y compromiso con el futuro de la producción agropecuaria. Más de 100 personas, entre productores, técnicos, estudiantes, docentes y representantes de entidades agrarias, participaron del encuentro sobre Bioestimulantes y Manejo del Suelo, realizado en la sede de la Cámara Agraria de General Conesa.
La actividad fue impulsada por la propia Cámara en conjunto con INTA, ENDECON y la firma UNDARIA, con el acompañamiento de la Secretaría de Agricultura de Río Negro y la agronomía local El Sol. También se hicieron presentes representantes de cámaras de productores de Río Colorado, Valle Inferior y el Departamento Avellaneda, además de referentes de proyectos innovadores como la acuaponia en San Antonio Oeste.
Uno de los momentos más valorados por los presentes fue la apertura a cargo de Daniel Vázquez, presidente de la Cámara Agraria anfitriona. “Nuestro compromiso es acercar innovación a estos valles, no solo para bajar los costos de producción, sino sobre todo para avanzar en una forma de producir que sea sustentable. Con los bioestimulantes buscamos reemplazar de manera progresiva los fertilizantes sintéticos, aportando calidad a lo que cultivamos y cuidando nuestros suelos”, expresó con entusiasmo.
La propuesta técnica del evento se construyó a partir de conceptos claros y urgentes: producción eficiente, conservación de recursos y agricultura con mirada de futuro. El ingeniero agrónomo Mariano Palomar, integrante del equipo técnico de la Cámara, subrayó que “debemos desarrollar una agricultura que sea capaz de compatibilizar niveles adecuados de producción con el cuidado del ambiente. Promover sistemas sustentables no es una opción, es una necesidad”.
En ese sentido, Enrique Muzzi, ingeniero agrónomo de la AER INTA Viedma, dejó en claro que “el análisis de suelo debe dejar de verse como un gasto. Es una inversión que permite aplicar fertilización racional, mejorar la salud del suelo y lograr cultivos más rentables”.
Uno de los puntos más novedosos de la jornada fue la exposición de la empresa UNDARIA, que trabaja en la elaboración de biofertilizantes a partir de algas asiáticas invasoras que llegan a las costas de Playas Doradas, en Sierra Grande. “Frente a un problema ambiental, vimos una oportunidad: transformar esas algas que afectan al turismo en un insumo para recuperar suelos empobrecidos en los valles”, explicó el profesor Gaspar Siguero.
En la misma línea, el profesor Marcos Boiocchi insistió en mirar el sistema de producción de forma integral: “La salud del suelo y de la planta deben ir de la mano. El biofertilizante Undaria busca cumplir ese doble propósito, en un proceso que pueda sostenerse en el tiempo”.
La jornada dejó algo más que conocimientos técnicos: dejó un mensaje colectivo. En tiempos donde la producción agropecuaria enfrenta múltiples desafíos —económicos, climáticos y ambientales—, espacios como el de Conesa permiten abrir el juego hacia prácticas más conscientes y resiliente.