“Preocupación en la Patagonia: productores alertan por impacto sanitario y económico tras el cambio en la barrera del Río Colorado”

Por redacción:

Entidades rurales patagónicas, respaldadas por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), advirtieron que la flexibilización de la barrera sanitaria pone en riesgo la sanidad animal, el trabajo de cientos de productores y el prestigio internacional de la región. Chile ya cerró importaciones a la espera de una auditoría.

Una decisión técnica con consecuencias humanas y económicas

La reciente Resolución 460 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que flexibiliza el control sanitario en la histórica barrera del Río Colorado, encendió las alarmas entre los productores de la Patagonia. Esta medida, que prioriza criterios económicos por sobre lo sanitario según denuncian las entidades rurales, amenaza con desarticular un sistema que durante años fue emblema de calidad y diferenciación productiva en el sur argentino.

En un intento por frenar esta decisión, representantes rurales de toda la región patagónica, acompañados por el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, se reunieron con el titular de la Secretaría de Agricultura, Sergio Iraeta. Allí expresaron de forma contundente su rechazo a la normativa, que ya comenzó a mostrar efectos colaterales: el gobierno de Chile cerró temporalmente sus importaciones de productos patagónicos y anunció una auditoría, en una señal clara de preocupación internacional.

Un modelo que puede quedar herido

“Esta resolución atenta contra años de trabajo conjunto entre el sector público y privado para posicionar a la Patagonia como una región libre de aftosa sin vacunación, con estrictos controles sanitarios y capacidad de exportación diferenciada”, explicaron tras la reunión los referentes rurales. En la mesa estuvieron presentes, además de Castagnani, Juan Goya, Daniel Lavayen, Enrique Jamieson, Nora Lavayen, Lucila Apolinaire, Héctor Bizet (de la Asociación Agrícola de Villalonga), Marina Facht, Maximiliano Knull y Juan Uccelli, en representación de CAFROPAT.

La principal preocupación es que, con la eliminación de controles históricos, se habilite el ingreso de carnes desde zonas con vacunación contra fiebre aftosa sin el debido cumplimiento de protocolos de empaquetado y maduración. Este cambio no solo comprometería la sanidad regional, sino que también afectaría la competitividad de la producción patagónica, reconocida y valorada en mercados exigentes como el chileno y europeo.

Los riesgos invisibles del cortoplacismo

“Las autoridades decidieron sostener una medida que puede tener consecuencias irreversibles. No es sólo una cuestión sanitaria: está en juego el esfuerzo de generaciones de productores que construyeron un sistema confiable, valorado y sustentable”, alertaron desde CRA. Además, reclamaron mayor precisión respecto a cómo se abordará el tratamiento de carnes porcinas y otras especies, cuyo estatus sanitario es distinto al bovino.

Los productores exigen, como mínimo, que se garantice el cumplimiento estricto de las condiciones de maduración y empaquetado establecidas en la normativa vigente, en un intento por evitar daños mayores a la cadena agroalimentaria regional.

La Patagonia, en una encrucijada

El conflicto sanitario atraviesa no solo cuestiones técnicas, sino también de identidad. La Patagonia ha construido durante décadas una reputación de producción limpia, segura y diferenciada. En esa identidad se sostiene gran parte de su economía agropecuaria. Para muchos de los productores presentes en la reunión, el cambio de reglas significa mucho más que una resolución administrativa: es una amenaza directa al modelo productivo patagónico.

En medio de un contexto de incertidumbre internacional, con un socio estratégico como Chile que ya cerró su frontera comercial, los productores esperan que se revierta la medida o, al menos, que se introduzcan modificaciones que eviten un daño mayor.

Difunde el contenido