Porotos con sello local, una alternativa proteica para la alimentación animal en la Norpatagonia-audio-
Audio: docente investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro, María Fany Zubillaga.
Trabajos de investigación de la Universidad Nacional de Río Negro confirman que las condiciones del clima y el suelo del Valle Inferior de Río Negro serían óptimos para la producción de legumbres. El cultivo local evitaría el costo de transporte para cubrir los requerimientos proteicos de vacunos y ovinos, favorecería la diversificación productiva y promovería la sustentabilidad ambiental. Abre también nuevas oportunidades para el desarrollo de productos regionales con valor agregado.
La búsqueda de nuevas alternativas de proteína para alimentación animal es uno de los desafíos a enfrentar en los valles de la Norpatagonia. Es que en esta zona la actividad ganadera se centra en el engorde de vacunos y ovinos en pasturas irrigadas, y la principal proteína vegetal que se utiliza para alimentarlos –el cultivo de alfalfa- es muy variable en el ciclo de producción y ante factores ambientales y de manejo de cultivo.
“Para mejorar estos aspectos y cubrir los requerimientos proteicos de los animales se importan desde otras regiones del país proteínas vegetales alternativas como balanceados, pellets, núcleos proteicos, granos, con el consecuente gasto de flete. Representan el principal costo de alimentación del ganado”, explica la docente investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro, María Fany Zubillaga.
Las legumbres -como porotos, habas, lentejas, garbanzos y arvejas- se destacan por su alto contenido en proteínas. Sin embargo, existen hasta el momento escasos antecedentes sobre cultivos proteicos alternativos para la nutrición de rumiantes y monocavitarios (entre ellos bovinos y ovinos). A su vez, en Argentina, la producción de estos cultivos se centra en el noroeste y en cercanías de la ciudad de Rosario.