Patagonia, productores y su estado sanitario

Comunicado conjunto de la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro, la Federación de Sociedades Rurales del Chubut y la Federación de Instituciones Agropecuarias Santacruceñas.

La reciente visita del Sr. Presidente de la Nación a un frigorífico pampeano y sus posteriores declaraciones planteando dudas sobre la circulación de carne entre provincias, ha generado una enorme preocupación en los productores patagónicos, que con gran esfuerzo han mantenido sanitariamente la región patagónica fuera del flagelo de la fiebre aftosa.

Dentro de nuestro territorio nacional, conviven dos status sanitarios diferentes: desde el Río Colorado hacia el sur; libre de aftosa y sin vacunación, y todo el resto del país con vacunación obligatoria. Esta situación es reconocida internacionalmente, al punto de abrirse nuevos mercados para nuestras carnes provenientes exclusivamente de Patagonia, gracias a éste estado sanitario.

Desde hace tiempo y sin razones técnicas que la acompañen, se intenta la introducción de carne con hueso (en cualquiera de sus formas) desde el norte del país hacia el sur, comprometiendo así la seguridad sanitaria y el riesgo del cierre inmediato de los mercados que solo reconocen a la Patagonia como libre de fiebre aftosa y sin vacunación.

Es probable que al Sr. Presidente le faltara información precisa y de allí fundara sus dudas. Sin embargo, lo que nos preocupa es el silencio de los organismos técnicos (SENASA) y el propio Ministerio de Agricultura y Ganadería, que debieron a nuestro entender, brindar las explicaciones que sustentan esta situación, y que permite que más de un tercio del territorio argentino no tenga fiebre aftosa.

No se trata de la existencia de aduanas interiores ni fronteras, se trata de estados sanitarios diferentes, que deben ser celosamente sostenidos hasta tanto el resto del país alcance la condición de libre de aftosa sin vacunación.

Los patagónicos hemos cuidado nuestra situación sanitaria de manera seria y responsable; es tiempo de ser respetados y valorados, poniendo el acento en resguardar lo bueno que se tiene, y no arriesgando sin sentido el estado sanitario reconocido internacionalmente y los nuevos mercados, logrados con tantos esfuerzos público-privados.

Si algo nos deja la pandemia por la que transitamos es que los estados sanitarios se cuidan y preservan; los apuros y/o los intereses comerciales, de corto plazo, no deben prevalecer sobre las razones técnicas respetadas en el mundo.

Señor Presidente, esta política sanitaria nos compromete ante el mundo y sus mercados; ha sido mantenida durante los últimos treinta años más allá de los gobiernos. Valen como ejemplo de esas Políticas de Estado que tantas veces proclamamos, y que seguramente usted compartirá.