Negocios agropecuarios y corrosión: el papel del galvanizado por inmersión en caliente

La corrosión representa una problemática importante en el campo, dado que innumerables activos como cercos, molinos de viento, corrales, sistemas de riego, entre otros, permanecen a la intemperie en contacto con el aire, la lluvia, la tierra y fluidos o productos corrosivos que los dañan rápidamente.

Galvasa – División Agro, compañía argentina con más de 30 años de experiencia en soluciones galvanizadas, estará presente en Expoagro 2022 Edición YPF Agro (del 8 al 11 de marzo en San Nicolás, provincia de Buenos Aires), donde brindará información y asesoramiento sobre cómo proteger los activos del óxido y la corrosión, obteniendo un menor costo de mantenimiento y mayor vida útil de los mismos. Además, presentará las últimas novedades en soluciones galvanizadas para el agro.

Es importante mencionar que los costos de la corrosión se trasladan a la actividad agropecuaria, generando pérdidas económicas directas como el reemplazo, mantenimiento o reparación de estructuras, maquinarias o componentes corroídos; e indirectos, como por ejemplo la paralización de la actividad productiva y/o pérdidas de productos. Por otro lado, no es menor destacar que en materia de seguridad, una estructura corroída puede colapsar y ocasionar accidentes.

Un informe de la American Galvanizers Association informa que las pérdidas por corrosión representa el 3% del PBI en los países desarrollados y entre el 4 y 4,5% en los países en vías de desarrollo. Las cifras se vuelven significativas y, en el caso del campo, se trasladan a la cadena de valor de la actividad.

Soluciones sostenibles y a largo plazo

A la hora de pensar en soluciones a esta problemática, la sostenibilidad no es un tema menor. El galvanizado por inmersión en caliente (GIC) se presenta como un proceso que se integra al concepto de economía circular que implica compartir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. El GIC es un proceso cuyo objetivo es brindar protección contra la corrosión adhiriendo capas de zinc a estructuras de acero. Así, cualquier material recubierto con zinc es 100% reciclable permitiendo que el ciclo de vida de los productos se extienda en el tiempo.

En la industria del agro, el Galvanizado por Inmersión en Caliente tiene múltiples aplicaciones, especialmente en materiales que permanecen a la intemperie y/o expuestas a productos corrosivos como tambos, silos para acopio de granos, molinos y equipos de riego, cercos y corrales, tinglados, maquinarias para acopio y/o transmisión de fluidos o productos corrosivos.

También posibilita la retransformación y reparación de los materiales o estructuras tratados. Puentes o cualquier otro patrimonio de infraestructura se pueden reutilizar y adaptar a otras locaciones solo desarmándolos y montándolos nuevamente donde se los necesite, manteniendo el material base al resguardo, ya que la capa de sacrificio que genera el zinc soporta las raspaduras o golpes que pueden provocar el desarme o traslado.

La rentabilidad de los negocios agropecuarios requiere una constante revisión. En este sentido, resulta interesante analizar no solo el impacto económico que el óxido y la corrosión provoca en la actividad agropecuaria, sino también las soluciones actuales que posibilitan mejorar eficiencia y sostenibilidad en el campo.