Europa redefine el mapa de la fruta de pepita: la pera avanza mientras la manzana retrocede

El corazón frutícola de Europa atraviesa una campaña marcada por contrastes. Según las proyecciones difundidas en Prognosfruit 2025, el encuentro de referencia celebrado en Angers, Francia, el panorama de la fruta de pepita refleja un viraje que podría redefinir estrategias comerciales en el continente: la manzana pierde terreno y la pera gana protagonismo.

En España, la producción de manzana alcanzará las 500.716 toneladas, lo que significa una caída del 8,2% respecto al año pasado, aunque todavía se ubica levemente por encima de la media de la última década. El descenso responde a factores climáticos y a un contexto de mercado que muestra señales de saturación en algunas variedades. La Golden, históricamente dominante, representará casi la mitad de la producción con 232.691 toneladas, seguida por la Gala con 86.478 toneladas.

En contraste, la pera española experimentará un repunte significativo: se proyectan 246.613 toneladas, un 10,5% más que en 2024. Sin embargo, ese crecimiento todavía no alcanza para recuperar los niveles históricos, ya que continúa un 16,6% por debajo de la media. Dentro de este cultivo, la Conferencia se consolida como la variedad estrella, con 125.897 toneladas, un 25% más que el año pasado, posicionándose como motor de recuperación para el sector.

Un tablero europeo en movimiento

A nivel continental, la fotografía es igualmente diversa. La producción de manzanas rondará los 10,5 millones de toneladas, cifra estable respecto a la campaña anterior pero un 7,5% inferior a la media de los últimos tres años. Polonia, Francia y Alemania registran alzas, mientras que Italia marca la excepción con una baja del 3,5%, confirmando la fragilidad de su estructura productiva frente a los vaivenes climáticos.

El escenario de la pera presenta matices distintos. La previsión europea es de 1,79 millones de toneladas, apenas un 1,4% más que en 2024, pero aún un 2,5% menor a la media reciente. Bélgica y Países Bajos, dos de los grandes jugadores del mercado, lograron recuperar su potencial productivo tras campañas difíciles, mientras que Italia vuelve a ser protagonista negativo: se anticipa un desplome del 24,7%, con apenas 302.000 toneladas, muy lejos de su capacidad histórica.

Un debate estratégico para productores y consumidores

Los analistas coinciden en que este viraje hacia la pera no es solo coyuntural: la evolución responde a nuevas tendencias de consumo, mayor interés por variedades diferenciadas y cambios en los hábitos de compra en Europa. La caída de la manzana, en particular de los grupos tradicionales, obliga a los productores a repensar estrategias de reconversión y diversificación varietal.

El sector, que se reunió en Angers bajo la mirada atenta de productores, exportadores y organismos técnicos, coincidió en que las decisiones que se tomen hoy marcarán el rumbo de la fruticultura europea en los próximos años.

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