La fruticultura en el termómetro del Mercado Central: análisis de Mariano Winograd.audio

En contacto con este medio, el consultor frutícola Mariano Winograd compartió un análisis sobre el estado actual de la fruticultura en Argentina, utilizando al Mercado Central de Buenos Aires como un “termómetro” que refleja la dinámica de consumo, oferta y renovación de inversiones en el sector.

Según Winograd, aunque el Mercado Central no representa la totalidad de la fruticultura nacional, permite observar tendencias económicas clave. Por ejemplo, destacó la aparición de nuevos productos como la pitaya, que han comenzado a tener presencia en el mercado, aunque otros como el limón, cuyo precio es elevado, contrastan con la falta de interés general por otros productos frutícolas.

Fruticultura, minería y petróleo: el debate del desarrollo

El consultor también se refirió al contexto económico más amplio, marcado por el auge de Vaca Muerta y el debate entre la fruticultura, la minería y el petróleo como motores de desarrollo. Frente a las afirmaciones del gobierno sobre un crecimiento económico, Winograd expresó que no ha observado una mejora significativa en el consumo de frutas. “Veo una fruticultura muy atrasada, mientras que en los países vecinos se han logrado avances importantes”, señaló.

Tendencias en el consumo y la fruta importada

En cuanto a las tendencias de consumo en Argentina, Winograd describió el panorama como una continuidad de la decadencia de los últimos años, con un mercado que no logra adaptarse a los cambios ni satisfacer la demanda de manera competitiva.

Además, subrayó el aumento del ingreso de frutas importadas al país, algo que se percibe claramente en el Mercado Central. Productos como papas, zanahorias y cerezas importadas han ganado espacio, representando menos del 20% en general, pero superando el 30% en algunas especies específicas.

Este diagnóstico pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la fruticultura argentina, en un contexto de competencia internacional, cambios en el consumo interno y la necesidad de inversiones para modernizar el sector.