La cereza argentina: una temporada de calidad y desafíos económicos. audio.
En una entrevista exclusiva con este medio, el gerente de la Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados (CAPCI), Aníbal Caminiti, brindó un panorama sobre la campaña nacional de cerezas, destacando avances en calidad, desafíos económicos y oportunidades en mercados internacionales.
Según Caminiti, la temporada de cosecha está en su última etapa. “En este momento se está cosechando el último lote de Chubut, hasta el 12 de enero, y ya comenzó la cosecha en Los Antiguos. La temporada, en general, tuvo un adelanto de tres días en promedio, lo que permite llegar más temprano a los mercados, especialmente con las cerezas tempranas de Río Negro, Neuquén, Mendoza y parte de Chubut”, explicó.
Un balance positivo con algunas excepciones
“La temporada viene siendo muy buena en la mayoría de las regiones productivas, siempre y cuando no haya problemas climáticos. Sin embargo, en zonas de Chubut, sufrieron eventos de granizo causaron pérdidas de entre un 20% y un 50%, lo que afectará los volúmenes esperados en comparación con la campaña anterior”, señaló el gerente.
En Río Negro y Neuquén, el panorama es alentador. “La calidad de los frutos ha sido destacada, con buen color, calibre y grados Brix. Esto se debe a que el clima acompañó y a un manejo eficiente en los establecimientos. En términos de exportación, se alcanzaron volúmenes récord en estas provincias, lo que posiciona a la cereza argentina como un producto de calidad superior frente a la competencia chilena”, agregó.
Ventajas competitivas y desafíos logísticos
Caminiti destacó que la cereza argentina ha sido preferida en mercados como China debido a su calidad. “La fruta aérea, en particular, tiene una calidad superior a la marítima. Los primeros contenedores de cerezas chilenas llegaron a China con problemas de calidad, lo que hizo que muchos compradores optaran por la cereza argentina”.
Un avance significativo en la región es la incorporación de nuevas variedades tempranas en el Valle Medio de Río Negro. “Estas variedades permitieron adelantar la cosecha dos semanas, comenzando en la semana 43. Esto nos da una ventaja clave para desestacionalizarnos del flujo chileno y posicionarnos en mercados estratégicos con cerezas tempranas”, subrayó.
Mercados y costos: luces y sombras
En cuanto a la apertura de nuevos mercados, Caminiti lamentó la lentitud en las gestiones. “Argentina es muy lenta para abrir mercados, no solo para cerezas, sino para otros productos. Sin embargo, estamos cerca de concretar la apertura del mercado de Israel, que podría convertirse en el principal destino de Medio Oriente para nuestra producción”.
Respecto a la rentabilidad, el gerente expresó preocupación por los costos crecientes. “El tipo de cambio actual, aunque está en proceso de unificación, no es el ideal para exportar. A esto se suman incrementos desmedidos en mano de obra, insumos, energía y fletes, lo que afecta significativamente la rentabilidad de los productores”.
Una apuesta al futuro
A pesar de los desafíos, la temporada de cerezas en Argentina deja un saldo positivo en términos de calidad y exportación. La posibilidad de abrir nuevos mercados y consolidar ventanas comerciales tempranas posiciona al país como un competidor fuerte en el mercado global. Sin embargo, la sostenibilidad de esta industria dependerá de políticas que favorezcan la competitividad y alivien la carga de costos que enfrentan los productores.
Esta campaña, marcada por la resiliencia y el esfuerzo del sector, refleja el potencial de la cereza argentina para destacarse como un producto premium en el escenario internacional.