La carne ovina busca conquistar las mesas argentinas: el auge de la raza Hampshire Down
Argentina, conocida mundialmente por su carne vacuna, comienza a diversificar sus opciones en el mercado de proteínas. Entre estas, la carne ovina emerge como una alternativa de calidad, liderada por la raza Hampshire Down, que combina excelencia genética, sostenibilidad y un gran potencial comercial.
Aunque la cría ovina ha sido históricamente asociada con la Patagonia, el Hampshire Down está conquistando nuevas regiones del país. Provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes están adoptando esta raza, que se adapta con facilidad y ofrece un rendimiento cárnico destacado.
Un legado de 80 años
La Asociación Argentina de Criadores de Hampshire Down celebró en 2024 su 80.º aniversario, marcando un hito en la ganadería ovina. Por primera vez, los ovinos de esta raza pisaron la pista central de La Rural de Palermo, un evento que no solo visibilizó el crecimiento del sector, sino que también reforzó su posición como protagonista en la ganadería argentina.
“Es un orgullo que el Hampshire Down haya llegado a este nivel de reconocimiento. La participación en Palermo fue un momento histórico que consolidó el trabajo de décadas”, expresó Carlos Laborde, presidente de la Asociación.
Un 2025 ambicioso
Consolidar el liderazgo del Hampshire Down en la producción ovina es el gran desafío para este año. Entre los planes destacados se encuentra un curso internacional de jurados que reunirá a representantes de países vecinos como Uruguay, Paraguay, Brasil y Colombia. Este espacio no solo fomentará el intercambio de experiencias, sino que también unificará criterios de evaluación en la región.
Además, la edición 2025 de La Rural de Palermo volverá a ser clave para promocionar esta raza. Allí se presentará la marca certificada “Cordero Cara Negra”, una apuesta por posicionar la carne ovina como un producto premium en el mercado local.
Desafíos y oportunidades
A pesar de su calidad, la carne ovina enfrenta el reto de conquistar al consumidor argentino. Actualmente, su consumo se limita a nichos específicos y ocasiones especiales. “Debemos cambiar esta percepción y hacer que la carne ovina sea una opción cotidiana en las mesas argentinas”, señaló Laborde.
Para ello, se trabaja en estrategias de promoción que incluyen cortes prácticos y accesibles para el consumidor, como el cordero entero o los cortes al vacío. Estas iniciativas buscan acercar el producto a los hogares y diversificar las opciones en el mercado.
Una alternativa sostenible
La producción ovina también ofrece ventajas ambientales y económicas. Comparada con otras carnes, su huella de carbono es menor, y su manejo contribuye a la conservación del suelo. Además, para pequeños productores, representa una opción rentable, con menores costos de inversión y una rotación más rápida.
“En el espacio que ocupa una vaca, pueden criarse hasta 12 ovejas, y su producción es tres veces más rápida que la de un ternero”, destacó Laborde, subrayando el potencial del Hampshire Down para regiones con suelos menos productivos.
Un futuro prometedor
Con iniciativas como la mejora genética, la profesionalización del sector y la promoción de la marca “Cordero Cara Negra”, el Hampshire Down lidera una transformación en la producción ovina argentina. Los desafíos son grandes, pero las oportunidades también.
La carne ovina, con su calidad y sostenibilidad, se perfila como una alternativa que no solo diversifica la oferta alimentaria del país, sino que también impulsa un agro más diverso y responsable, listo para conquistar el paladar de los argentinos.