La agroindustria es el sector que sigue movilizando la economía argentina
Ingreso de dólares del campo contribuye a mantener la paz cambiaria.
Fuente y fotografía: Coninagro.
Según datos que arroja un estudio de Coninagro, la exportación de las producciones vinculadas a las economías regionales aportan al día de la fecha alrededor de 3 mil millones de dólares al país. De esta manera, frutas, porotos, aves, tabaco, hortalizas, miel, arroz, azúcar, el complejo olivícola, infusiones, garbanzos y carnes no tradicionales; generaron en conjunto el año pasado, un total de casi 3.000 millones de dólares (2.992 millones).
Además, según un estudio prospectivo de CIPPEC, se estima que si se impulsara y potenciara a los 188 productos de las economías regionales, se proyecta que podrían generar unos 28 mil millones de dólares adicionales por año, en un eventual cuadro de situación donde disminuya la presión tributaria, en el que haya más acceso al crédito y se suprimieran las retenciones. (Fuente: Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento).
“Esta buena noticia es fruto del trabajo y le permite al país el ingreso genuino de divisas. Debemos ir comprendiendo que las antinomias no son buenas. Esto de Campo o ciudad, exportación o mercado interno; son premisas inconducentes, puesto que en realidad el trabajo que debe hacerse, en perspectiva, es integral. Hoy tenemos una buena noticia relacionada al trabajo, a la dinamización de sectores productivos del interior que se motorizan por las exportaciones, entonces no tenemos que estigmatizar, porque es evidente que el flujo comercial hacia el exterior está ayudando al país”, expresó al respecto Carlos Iannizzotto.
Asimismo, la liquidación de divisas de la exportación de granos y subproductos marcó un récord histórico en mayo y en los primeros 5 meses del año 2021. En mayo fue de USD 3.545 millones y en los primeros 5 meses fue de USD 13.301 millones, esto es casi el doble que el monto ingresado durante los primeros 5 meses de 2020. Cabe aclarar que esto corresponde sólo a granos y subproductos, se espera que este año las exportaciones agroalimentarias y agroindustriales superen los USD 44.000 millones, ya que a los granos hay que sumar las carnes, lácteos, vino, frutas y demás productos de las economías regionales.
“Con el mayor ingreso de divisas el Banco Central compra dólares, al tipo de cambio oficial de $95, y acumula reservas. Esta mayor acumulación de reservas le permite mantener cierta paz cambiaria. Por un lado, el mercado percibe que el Banco Central va teniendo mayor poder de fuego para mantener el dólar calmo. Y, por otro lado, parte de estas reservas las utiliza para intervenir sobre los dólares financieros y mantener o reducir la brecha cambiaria. Ambos aspectos generan que se reduzcan las expectativas devaluatorias, por lo menos hasta las elecciones”, comentaron técnicos del Área de Economía de la entidad.
“El escenario cambiario no es bueno y precipita la especulación, decididamente estamos en contra del desdoblamiento cambiario. Aquí lo destacable es la generación de divisas por parte del campo como el motor que dinamiza la economía argentina, dando trabajo y empelo, es el único sector que sigue empujando la economía del país en pandemia”, aseguró Iannizzotto.
A lo que técnicos de la entidad agregaron: “otra virtud de la liquidación de divisas del campo, es que la entrada de dólares no es solamente un aliciente a la economía desde su aporte para descomprimir la presión cambiaria, sino que también genera la posibilidad de usar esos dólares para importar, por ejemplo, energía o maquinaria. Esto encadena a otros sectores que no miden como parte de la cadena agroproductiva, como por ejemplo la industria automotriz, que abastece una demanda calificada del sector, algo que otorga competitividad, y que derrama en otros sectores de la economía”.
En otro orden, en un promedio a nivel nacional, se estimaron determinados costos de producción; los fertilizantes representan el 23% de los costos en la producción en maíz, mientras que el flete representa el 11% del precio del maíz. Por su parte, el gasoil representa el 22% de la estructura de costos de labores agrícolas.
El gasoil experimentó una suba del 92% en el último año, según un promedio relevado con datos de la Secretaría de Energia, que recaba información de las estaciones del interior del país, mientras que el relevamiento hecho en CABA, según FADA, revela una suba del 70% interanual.
En paralelo, el gobierno ve cómo se incrementa la recaudación de derechos de exportación, que en abril aumentó un 183% respecto al año pasado y ya representa 12 de cada 100 pesos de recaudación de impuestos (sin seguridad social). Pero los mejores precios de los granos no sólo impactan en la macroeconomía, sino que repercuten en las regiones productivas del interior del país. Los pueblos y ciudades con actividad agrícola también comenzarán a sentir una mejor dinámica de la actividad económica y el empleo, que se notará más en contraste con una economía nacional en recesión. Además, con un mayor ingreso los productores invierten más, lo que se traduce en mayores compras de insumos y equipos, una señal de esto son los buenos indicadores en la venta de maquinarias agrícolas. Esto impacta en toda la cadena industrial y de comercialización de insumos y equipos que se encuentra localizada en el interior del país y es una auténtica generadora de trabajo.
En ese sentido, Iannizzotto sostuvo que: “Más exportación, genera más dólares y empleo, justo lo que necesita la Argentina para crecer. Debemos ser capaces de trabajar juntos y de manera inteligente para crear las condiciones para que el país puede exportar más, generar más trabajo y reducir la pobreza”, redondeó el dirigente.
Asimismo, desde la perspectiva de la producción, surgen alertas en la suba de costos. Por citar dos ejemplos, el fertilizante más utilizado, la UREA, ha subido un 44% en dólares en el último año y finalmente se comienza observar cómo la inflación viene creciendo por encima de la evolución del tipo de cambio oficial, lo que podría generar un incremento de los costos en dólares que impacte en las actividades productivas.