Innovación alimentaria global: CIATI lidera desde el Alto Valle hacia el mundo. audio

Audio: presidente del CIATI, Rodolfo Ardenghi

El Centro de Investigación y Asistencia a la Industria (CIATI), ubicado en el corazón del Alto Valle de Río Negro, no solo es un faro de conocimiento e innovación para la industria agroalimentaria, sino también un testimonio del compromiso de la región con el futuro de la alimentación. En un mundo donde los desafíos nutricionales y ambientales son cada vez más apremiantes, el CIATI se ha convertido en un actor clave en la búsqueda de soluciones que no solo alimenten a las generaciones actuales, sino que también preserven los recursos para las futuras.

Este año, el CIATI dio un paso trascendental al ser la sede del Premio Alimentación del Futuro, en forma conjunta con BEBORD FOODS , una convocatoria que se extendió a toda Latinoamérica y que buscó descubrir y promover propuestas innovadoras en alimentos funcionales y saludables. La respuesta fue abrumadora: 47 proyectos provenientes de distintas latitudes compitieron por el reconocimiento, y tras un proceso riguroso, 11 propuestas fueron seleccionadas para la fase final.

Lo más destacado y disruptivo del certamen fue el anuncio del ganador, una iniciativa que, sin duda, marcó un hito en el panorama alimentario global: “Grillos Capo”.

 La. Empresa es un bioterio de insectos. Fue fundado en 2002 por el biólogo Daniel Caporaletti. Abastecen y colaboran con zoológicos, universidades y museos. Se dedican a la producción de alimento vivo para animales insectívoros. En la actualidad se encuentran desarrollando una línea de alimentos para consumo humano, en base a insectos como fuente proteica.

Grillos Capo. Obtuvo el primer premio con un Snack salado de larvas de zophoba morio, faenadas, deshidratadas y tostadas.

Una apuesta por la innovación alimentaria

El Premio Alimentación del Futuro no solo puso en evidencia la creatividad y la pasión por la innovación de los participantes, sino que abrió las puertas a una nueva era en la que los alimentos deben ser vistos no solo como productos de consumo, sino como herramientas para enfrentar problemáticas como la desnutrición, el cambio climático y la sostenibilidad.

En un mundo donde la demanda de proteínas sigue creciendo, el proyecto ganador, basado en el uso de larvas de zophoba morio como fuente alternativa de proteínas, refleja el espíritu del evento: pensar más allá de lo convencional, romper barreras culturales y proponer soluciones que cuiden tanto al ser humano como al planeta.

Las larvas de zophoba morio, reconocidas por su alto contenido proteico y su bajo impacto ambiental en comparación con las fuentes tradicionales de carne, fueron presentados como una respuesta viable a la creciente necesidad de alimentos sostenibles. Este proyecto, que destaca entre los 11 finalistas seleccionados de toda Latinoamérica, capturó la atención del jurado y de los expertos del CIATI, quienes vieron en esta propuesta una visión audaz, necesaria y muy alineada con las demandas actuales del mercado.

Una mirada hacia el futuro desde el Alto Valle

El presidente del CIATI, Rodolfo Ardenghi quien dialogó en exclusiva con este medio, expresó su profunda satisfacción por el nivel de los proyectos presentados, su entusiasmo fue evidente al referirse a la enorme diversidad de ideas y soluciones que llegaron desde distintos rincones de la región. “Lo que estamos viendo es el futuro de la alimentación. No es solo un cambio en lo que comemos, sino en cómo lo producimos, con qué impacto y para qué fines”, comentó.

El CIATI, desde su nacimiento en 1996, se ha consolidado como un bastión de la innovación en la industria agroalimentaria, y este premio refuerza su compromiso de ser un referente en la búsqueda de soluciones alimentarias que vayan más allá de las fronteras del Alto Valle.

El camino hacia la sostenibilidad alimentaria

El Premio Alimentación del Futuro no solo fue una competencia de proyectos, sino un espacio para la reflexión profunda sobre cómo alimentar a un mundo en constante crecimiento. Los 47 proyectos presentados demostraron la enorme capacidad creativa y técnica de los emprendedores, investigadores y empresas de Latinoamérica para responder a los desafíos actuales. Pero fue la visión, el coraje y la determinación de los seleccionados lo que marcó la diferencia.

El proyecto ganador, centrado en larvas de zophoba morio, no es solo una propuesta curiosa o excéntrica, sino una clara señal de que el futuro alimentario se construirá sobre bases de sostenibilidad, eficiencia y adaptabilidad. En un planeta donde la ganadería tradicional consume una gran cantidad de recursos los insectos surgen como una solución que combina nutrición de alta calidad con un impacto ambiental significativamente reducido.

El CIATI y su legado

Para el CIATI, este premio no es solo un reconocimiento a los innovadores, sino también una reafirmación de su misión: “ser un puente entre la ciencia y la industria, entre la innovación y la realidad productiva, entre el presente y el futuro. Desde su creación, el centro ha trabajado incansablemente para mejorar la calidad de los productos agroalimentarios de la región, y este evento muestra que su influencia ya se extiende a distintas regiones del mundo”.

A medida que el mundo se enfrenta a nuevos desafíos, el CIATI, desde su sede en el Alto Valle de Río Negro, se posiciona como un actor fundamental en la construcción de un futuro donde los alimentos no solo sean nutritivos, sino también sostenibles, accesibles y justos para todos.

El Premio Alimentación del Futuro es un claro ejemplo de que, con visión, compromiso y trabajo conjunto, es posible imaginar y construir un mundo mejor. Y hoy, gracias al CIATI, ese futuro comienza a hacerse realidad.