Influenza Aviar: Argentina en alerta por la reactivación del virus en la región y el riesgo migratorio. Audio

Audio: médica veterinaria, Mónica Felice, del INTA Villa Regina
Por Redacción:
La influenza aviar volvió a encender las alarmas sanitarias en América del Sur. La confirmación de nuevos casos en Brasil, uno de los principales productores avícolas del mundo, activó protocolos de vigilancia en Argentina ante la posibilidad de que el virus ingrese por rutas de aves migratorias que conectan ecosistemas de todo el continente.
Agrovalle entrevistó a la médica veterinaria, Mónica Felice, del INTA Villa Regina.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) emitió un alerta epidemiológico este mes, recordando la importancia de las medidas de prevención, la vigilancia activa y la notificación inmediata ante cualquier signo sospechoso en aves silvestres o de corral.
La amenaza invisible que viaja por los cielos
La influenza aviar (IA) es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a aves domésticas y silvestres. En su forma de alta patogenicidad (IAAP), puede causar una mortandad masiva en los planteles. El virus se transmite por contacto directo con aves infectadas o a través de superficies contaminadas, pero también pueden viajar largas distancias por medio de aves migratorias.
“Una de las principales preocupaciones es que estas aves pueden portar el virus sin mostrar síntomas, desplazándose de un país a otro a través de rutas naturales que cruzan humedales, lagunas y campos abiertos”. En Sudamérica, estas rutas migratorias conectan el norte del continente con zonas clave como la Laguna de los Pozuelos en Jujuy, la costa atlántica, el delta del Paraná, y los humedales del sur de Buenos Aires y Río Negro. Son corredores ecológicos que también representan una posible vía de ingreso viral.
¿Qué está pasando en la región?
Brasil reportó recientemente la reaparición del virus en aves silvestres. Aunque se trata de focos aislados, la situación genera especial atención por su potencial impacto económico y sanitario. En Argentina, la situación se mantiene bajo control desde agosto de 2023, cuando el país logró recuperar su estatus de libre de influenza aviar de alta patogenicidad.
El rol clave de la vigilancia ciudadana
Uno de los aspectos que más destaca el Senasa es la importancia de la notificación temprana. “Las aves silvestres no se pueden controlar, pero sí se puede actuar rápidamente cuando se detectan aves enfermas o muertas de manera anormal”.
La población puede informar casos sospechosos mediante distintos canales:
WhatsApp: 11 5700 5704
Correo: [email protected]
Web: www.senasa.gob.ar
También en cualquier oficina local del organismo.
Señales de alerta en aves de traspatio o de producción
La influenza aviar puede presentarse con síntomas leves —como secreción nasal, diarrea, baja en la postura de huevos— o de forma fulminante, provocando muertes súbitas sin otros signos previos. También se puede observar:
Decaimiento
Plumaje erizado,
Incoordinación motora
Edemas en la cabeza o patas
Cianosis (coloración azulada) en crestas y barbas
Ante cualquiera de estos signos, no se deben tocar los animales ni manipular restos. Es vital informar a las autoridades sanitarias.
Medidas de prevención: clave para el control
Se recomienda una serie de prácticas básicas para quienes crían aves de traspatio o en sistemas de pequeña escala:
Aislar a las aves del contacto con otras especies o animales silvestres.
Evitar el ingreso de personas ajenas al gallinero.
Lavar y desinfectar herramientas y calzado.
Proveer agua y alimento en lugares protegidos.
Aislar durante 14 días a cualquier ave nueva incorporada.
Estas acciones simples, pero efectivas, pueden evitar la propagación de un virus con potencial devastador.
¿Hay riesgo para los humanos?
Si bien la influenza aviar es considerada una zoonosis —es decir, puede transmitirse a humanos—, los casos son excepcionales y están ligados casi exclusivamente a personas que manipulan aves infectadas en condiciones de alta exposición. No se ha confirmado transmisión de persona a persona, y no existe riesgo por consumir carne aviar ni huevos, siempre que estén bien cocidos.
Un impacto más allá de lo sanitario
El virus no solo representa un riesgo para la salud animal o humana, sino también para el entramado económico. La detección de influenza aviar puede derivar en restricciones comerciales, cierre de mercados internacionales y pérdidas millonarias para el sector productivo. Durante el brote de 2023, se contabilizaron más de 130 focos en 18 provincias argentinas, con importantes consecuencias sanitarias y económicas.
La salud animal es responsabilidad de todos
Con la experiencia reciente aún presente, las autoridades apelan a la conciencia colectiva: el virus puede reaparecer, pero la diferencia entre un brote aislado y una crisis depende, muchas veces, de la rapidez y compromiso con que se actúe.
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