Impulsan el consumo de trucha neuquina
El Gobierno de la provincia busca colaborar con el sector acuícola, una de las actividades que contribuyen al desarrollo y constitución de la matriz productiva.
Debido al aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus (Covid-19), las ventas de trucha disminuyeron notablemente. Desde el ministerio de Producción e Industria se trabajó en una campaña para impulsar el consumo interno del producto en conjunto con los productores, valiéndose de distintos medios de comunicación y de acuerdos con el sector.
El ministro de Producción e Industria, Facundo López Raggi, explicó que “esta acción busca generar redes entre los productores que faciliten la faena, traslados y comercialización del producto y para esto se ha puesto a disposición la única planta de faena en la provincia que funciona en Aluminé”.
En este sentido, precisó que desde la página web del ministerio (www.produccioneindustria.neuquen.gov.ar) se podrá descargar el listado de puntos de venta del producto en la provincia, clickeando en “campañas”.
Una actividad diferenciada
La producción de salmónidos (trucha arco iris) en Neuquén es una actividad diferenciada por su sanidad y calidad en los ambientes acuáticos donde la legislación permite esta actividad, con importantes ventajas competitivas para su desarrollo. La actividad está regulada por la Ley 3073 y el Plan de Desarrollo Acuícola Provincial.
El área destinada a la producción comercial de salmónidos, específicamente, Trucha Arco iris (Oncorhynchus mykiss) comprende los embalses de Alicurá y Piedra del Águila, sobre la cuenca del río Limay, ambos compartidos por las provincias de Río Negro y Neuquén. “Estos embalses tienen excelentes condiciones ambientales, hidrológicas y sanitarias que la hacen especialmente apta para su cultivo”, indicó López Raggi.
Actualmente la producción nacional de salmónidos se encuentra cerca de las tres mil toneladas, de los cuales la trucha representa entre un 80 y un 90 por ciento. El 70 por ciento de la producción de truchas se desarrolla en la Patagonia por las características biológicas de la especie. En un segundo plano, existen criaderos en las redes hidrográficas de Cuyo y NOA.
“Las pisciculturas en la margen Neuquina de estos embalses producen alrededor de 1.100 toneladas al año en el de Alicurá, mientras que en el de Piedra del Águila se está introduciendo el material vivo para producir en los próximos dos años 1.500 toneladas. La capacidad de carga que se maneja es de 25.000 a 27.000 toneladas por año para los dos embalses”, agregó el ministro.
Existen actualmente nueve pisciculturas comerciales activas (ocho en los embalses y una en Aluminé), un centro de engorde en el embalse Piedra del Águila y una planta de faena de pescados. Se trabaja en conjunto con otras áreas de gobierno para mejorar las condiciones jurídicas y productivas de las concesiones en producción.
Estatus sanitario
El estatus sanitario suma competitividad para la actividad acuícola a nivel internacional. Es una distinción inmejorable para la piscicultura, y acompaña a los productores que desean sumarse a esta actividad, que es una fuente generadora de mano de obra genuina.
La producción de truchas está dando muy buenos resultados y el potencial que tiene es destacable. El mercado externo es muy demandante de productos con condiciones de producción como las de Neuquén, dado que no es frecuente en el sector un lago libre de enfermedades.
Estadísticas
Según la información estadística elaborada por profesionales del Centro Regional Patagonia Norte del Servicio, durante 2019 en la zona se enviaron a faena 130.406 truchas. Asimismo, hubo 62.500 alevinos y 488.100 truchas que se enviaron a engorde.
Consumo y nutrición
La licenciada en Nutrición Laura Álvarez Galán detalló que “según las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), el consumo de pescado forma parte de una dieta equilibrada y su ingesta debe ser de 2 a 3 veces por semana, ya que es un alimento muy completo que nos aporta proteínas de alto valor biológico, vitamina D y del grupo B, yodo, potasio, hierro y calcio”.
Puntualizó que “la trucha es considerada un alimento cardiosaludable y nutritivo, y si se cocina de manera sencilla puede formar parte habitual de las dietas hipocalóricas y bajas en grasas”.
“Decimos que es cardiosaludable porque tiene bajo aporte calórico, es decir 100 gramos de trucha aportan 90 calorías y sólo tres gramos de grasa. Contiene bajos niveles de colesterol, lo que permite que sea una buena alternativa para reemplazar la carne, pues contiene menos grasas saturadas y riqueza de grasas poli insaturadas que favorece la salud de las arterias entre ellas Omega 3 (EPA y DHA)”, explicó la profesional.
Agregó que la carne de trucha tiene un aporte interesante de potasio y fósforo, y moderado de sodio, magnesio, hierro y zinc comparado con el resto de pescados frescos. Además, gracias a su bajo contenido en sal, es ideal para las personas que padecen hipertensión arterial. “Por ser de fácil digestión en comparación con la carne roja, es recomendable para cualquier persona con algún tipo de problema gastrointestinal”, destacó.
“Es muy importante la incorporación de pescado fresco o congelado a nuestra dieta diaria ya que los alimentos envasados tienen mayor contenido de sodio y aditivos. Los alimentos procesados presentan mayor manipulación, mayor pérdida de nutrientes, empleo de grasas de mala calidad nutricional, exceso de grasas, exceso de sal e incorporación de aditivos”, finalizó Álvarez Galán.