Genética del sur, corazón en la pista: Río Negro compite con alma y músculo en Palermo.
Productor ganadero Juan Manuel Sosa. Cabaña La Cantera (Viedma. Río Negro)
Desde Viedma, la cabaña La Cantera lleva su marca de excelencia a la mayor exposición ganadera del país. Presenta ejemplares Hereford y Angus que resumen años de trabajo silencioso, decisiones estratégicas y una apuesta firme por la genética patagónica.
En las gradas se aplaude. En la pista se mide. Pero detrás de cada animal que desfila bajo la mirada de los jurados, hay una historia que no siempre se ve. En la Rural de Palermo, donde la ganadería argentina muestra su versión más exigente, tres cabañas de Río Negro plantan bandera en un terreno donde el pedigree es tan importante como el compromiso.
Una de ellas es La Cantera, una cabaña de Viedma que no sólo compite: representa. Con dos toros —uno Hereford, otro Angus— y una vaquillona Hereford, esta firma patagónica proyecta en Palermo un mensaje que va más allá de las juras: en el sur, también se hace ganadería de elite. Y se hace bien.
La historia de La Cantera no es de esas que nacen con cámaras y reflectores. Es una historia de campo, de procesos largos, de decisiones genéticas tomadas con tiempo, análisis y convicción. Cada animal presentado en Palermo es el resultado de años de selección rigurosa, de inversión sostenida en biotecnología reproductiva, de lectura fina del mercado y —sobre todo— de una ética de trabajo basada en el respeto por la tierra, por los ciclos naturales y por el animal.
Participar en Palermo no es sólo un mérito técnico. Es también un gesto político, simbólico, territorial. Porque competir en la pista central es decirle al país que la Patagonia tiene ganadería, genética y horizonte. Que no sólo hay terneros en los campos del norte o en la pampa húmeda. Que en los suelos costeros de Viedma también se crían toros con estructura, vaquillonas con proyección y equipos humanos capaces de sostener el sueño.
La Cantera lo sabe. Y por eso trabaja en silencio durante el año, para hablar fuerte en julio, en la exposición donde se cruzan historia, futuro y negocios. La pista de Palermo no perdona. Por eso, quien llega hasta allí, llega con todo. Con animales preparados durante meses, con alimentación específica, con protocolos sanitarios impecables y con un equipo técnico que respira genética.
Pero hay algo más. Algo que no se anota en los catálogos ni se mide con cintas: el arraigo. Esa idea profunda de que hacer ganadería en el sur no es sólo producir: es resistir, innovar y trascender. Es criar animales que desafían el clima, que se adaptan al ambiente y que compiten, sin pedir permiso, entre los mejores del país.
Hoy, La Cantera está en Palermo. Y con ella, una parte de Río Negro entra a la pista, desafiante, profesional, con la frente en alto. No sólo para buscar una cucarda. Sino para decir, con hechos, que la Patagonia también escribe su capítulo en el gran libro de la ganadería argentina.
Escuchá la entrevista completa con Juan Manuel Sosa, uno de los productores titulares de La Cantera, desde el corazón de la Rural de Palermo. Una historia de campo, genética y pertenencia que vale la pena escuchar.
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