Ganadería ovina y caprina en Río Negro: un sector golpeado por la sequía y los costos de producción. Audio.

En una entrevista con este medio, el subsecretario de Ganadería Ovina y Caprina de la Región Sur, Juan Carlos Escobar, brindó un panorama detallado sobre la actualidad del sector en la provincia de Río Negro. En un contexto desafiante, marcado por la falta de precipitaciones y las dificultades económicas, el funcionario describió la situación que atraviesan los productores.
Un stock estable, pero con resultados negativos
Según Escobar, el stock ganadero en la provincia se mantiene en aproximadamente un millón de cabezas bovinas y unas 80.000 cabezas caprinas, cifras similares a las del año pasado. Sin embargo, los resultados productivos han sido negativos debido a la sequía extrema, con precipitaciones que no superaron los 100 mm anuales.
“La falta de lluvias impacta directamente en la producción. Esta situación afecta negativamente a los productores, quienes enfrentan costos elevados y un mercado desfavorable”, explicó Escobar.
Uno de los factores que más preocupa al sector es la caída en los valores de la lana, que actualmente ronda los 4,5 dólares por kilo, un precio que no resulta alentador frente a los costos de producción. Además, la producción de carne ovina y caprina se ha visto afectada, lo que agrava aún más el panorama económico de los productores.
Un sector en declive tras el impacto del volcán Puyehue
Más allá de la coyuntura actual, Escobar señaló que la actividad ganadera en la provincia ha estado en declive durante la última década. “En los últimos diez años, la provincia ha venido en decadencia debido a distintos factores. Uno de los golpes más duros fue la erupción del volcán Puyehue en 2011, que generó consecuencias devastadoras para la producción”, recordó.
Los desafíos del sector: sanidad, predadores y financiamiento
Consultado sobre los principales desafíos que enfrentan los productores, Escobar destacó que si bien los problemas siguen siendo los mismos, las prioridades han cambiado con el tiempo.
“El año pasado, la principal preocupación era la sanidad, con la sarna ovina como una de las mayores amenazas. También la depredación representa un problema serio, con ataques de zorros colorados y pumas. Este año, a esos problemas se suma la aparición del jabalí como un nuevo factor de riesgo”, detalló.