Fruticultura rionegrina: balance crudo de la temporada, urgencias impositivas y un plan para no perder más hectáreas.
En diálogo con este medio, el secretario de Fruticultura de Río Negro, Facundo Fernández, trazó un panorama sin eufemismos de la actividad: una campaña que entrega señales mixtas en volumen y calidad, un leve repunte exportador, y una agenda de medidas urgentes para que el productor primario no quede fuera del sistema.
La foto de la temporada
Peras: la producción mostró mermas de entre 10% y 15% interanual, con alguna diferencia de calidad por inclemencias climáticas.
Manzanas: mayor volumen que el año pasado, pero con un mercado pesado que demora decisiones comerciales.
Consumo interno: comportamiento normal; se espera mejora en primavera–verano si acompañan temperatura y poder adquisitivo.
Exportaciones: en el primer corte del año, el volumen despachado creció alrededor de 7% pese a un contexto financiero adverso.
La producción convive con una combinación crítica: dólar anclado y presión impositiva alta. Ese cóctel erosiona competitividad y caja. La ecuación resulta frágil con márgenes comprimidos.
Lo que se negocia con Nación
La Provincia abrió una mesa con el Gobierno nacional y el sistema financiero con un paquete concreto de pedidos y herramientas:
Alivio impositivo y de costos: baja de IVA en energía, alivio de costos laborales.
Maquinaria y tecnología: ingreso de equipos sin arancel para el productor primario. Hoy, un tractor carga entre 40% y 45% de impuestos; una plataforma de cosecha ingresa con un 25% de arancel.
Crédito productivo: Se solicitó a bancos financiamiento de capital de trabajo e inversión a una tasa razonable.
El mensaje de fondo es claro: sin auxilio rápido, el productor primario queda fuera del sistema.
Superficie que se achica: números que duelen:
El Valle llegó a tener 55.000 hectáreas cultivadas y hoy rondan 32.000. Si el escenario no cambia, se proyecta una caída adicional de 10%–15% en producción. La respuesta provincial se apoya en dos rieles:
1) Fondo de Garantía propio para que el productor pueda acceder a créditos bancarios.
2) Planes de cultivos alternativos que diversifiquen y que el productor no abandone la producción.
En paralelo, se implementarán el PAR Maquinaria y el PAR Agroquímicos y, junto a la Federación de Productores, se trabaja en una línea específica para poda y raleo, claves para recuperar calidad y rendimiento.
Clima: año seco y manejo fino del agua
El ciclo llega seco, con horas de frío cumplidas. Se espera una floración temprana, menos marcada en carozo y más evidente en frutos secos. En pera y manzana, el comportamiento aún es incierto y dependerá de la dinámica de las próximas semanas. La consigna es optimizar el uso del agua en cada etapa.
La fruticultura rionegrina llega a la bisagra de la campaña con señales mixtas: exportaciones que asoman, calidad exigida al límite y productores en la cornisa financiera. El paquete de alivio fiscal, crédito y equipamiento sumado a un manejo agronómico quirúrgico en un año seco será determinante para defender el ingreso del productor, evitar más pérdida de superficie y sostener el rol estratégico del Alto Valle en la economía regional.
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