El interior en alerta: Villa Regina defiende lo que el país no debería perder.

En una región que produce, innova y forma talento, tres instituciones clave corren riesgo de desaparecer: el INTI, el INTA y el INACAP. Desde Villa Regina, la Cámara de Comercio alza la voz con firmeza: no se trata de oficinas, se trata del futuro. Invitamos a escuchar la entrevista completa con su presidente, Walter Fiore.
En el Alto Valle rionegrino, donde la tierra da manzanas, peras y vino; donde la industria transforma, los jóvenes se capacitan y las PyMEs se multiplican con esfuerzo cotidiano, hay señales que preocupan. Señales que llegan, como casi siempre, desde lejos. Desde un centro político que piensa en eficiencia, pero olvida lo esencial: el interior también existe, y resiste.
La posible salida de tres instituciones fundamentales —el INTI, el INTA y el INACAP— ha encendido todas las alarmas en Villa Regina. No es una exageración. No es miedo. Es conciencia de lo que se puede perder, y de lo que costó construir.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en esta ciudad no es un edificio ni una dependencia burocrática: es una mano tendida a las empresas. Es asesoramiento, certificación, mejora de procesos. Es un puente entre el saber técnico y la necesidad urgente de cada PyME que quiere hacer bien su trabajo. Cerrar su agencia en Regina sería amputar ese puente, justo cuando más se lo necesita.
El INTA, con décadas de trabajo sostenido en el Alto Valle, representa ciencia en el campo, acompañamiento a productores, extensión rural, mejora genética, sanidad y adaptación al cambio climático. Sacarlo del territorio sería como quitarle a un árbol sus raíces. ¿Cómo crecer sin lo que sostiene?
Y el INACAP, muchas veces desconocido por el gran público, es una de las piezas más silenciosas pero vitales del entramado productivo: forma profesionales, capacita trabajadores y motoriza el desarrollo desde la base. Hoy, con el reciente cambio que vuelve optativo el aporte patronal que lo sostenía, peligra su continuidad y, con ella, la posibilidad de que miles de jóvenes del interior accedan a formación técnica real y gratuita.
Desde la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Villa Regina, su presidente, Walter Fiore, plantea con claridad lo que está en juego: no es un debate presupuestario, es una discusión sobre país. Sobre qué modelo se quiere, sobre dónde se decide crecer y dónde se deja caer.
Porque cuando se debilitan estas instituciones, no se achica el gasto: se agranda la desigualdad. Se rompe la red de asistencia que permite que un emprendedor no se sienta solo, que una empresa pueda escalar con calidad, que un productor tenga respaldo, que un joven pueda formarse y quedarse.
Cuando el Estado se va del territorio, no solo se pierde empleo público: se desmantelan oportunidades. Y eso, en el interior profundo, tiene un impacto real, tangible y doloroso.
La defensa que hoy emerge desde Villa Regina no es una reacción corporativa. Es un grito colectivo por la permanencia de herramientas que construyen futuro. Porque no hay desarrollo sin ciencia aplicada, sin educación técnica, sin acompañamiento a las economías regionales. Y no hay país posible si se apaga la voz del interior.
Escuchá la entrevista:
Para conocer la mirada completa sobre esta situación, escuchá la entrevista con Walter Fiore, presidente de la Cámara de Comercio de Villa Regina. Disponible en nuestras plataformas.