El Gobierno desregula la fruticultura: menos trámites y más agilidad para el sector

En un nuevo paso hacia la simplificación del comercio agropecuario, el Gobierno argentino anunció una serie de medidas que incluyen la desregulación del sector frutícola. La iniciativa busca reducir la burocracia y facilitar las operaciones para productores, exportadores e importadores, eliminando trabas administrativas que durante años complicaron la actividad.
Menos trámites en el RUCA
Uno de los cambios más significativos es la reducción del 60% de las actividades incluidas en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), que pasan de 108 a 45. Además, la cantidad de inscripciones obligatorias baja de 54.000 a 24.000, lo que permitirá a los operadores comerciales registrar su actividad con un solo trámite, sin necesidad de múltiples inscripciones por cada producto.
Eliminación de costos y requisitos innecesarios
A partir de ahora, la inscripción en el RUCA será gratuita y sin fecha de vencimiento, siempre que los requisitos básicos se mantengan vigentes. También se eliminarán exigencias como la presentación de solvencia económica, antecedentes tributarios y el cumplimiento de sentencias previas en materia de consumo o abastecimiento.
Para los productores frutícolas, esto significa un alivio administrativo y económico, ya que muchas de estas normativas implicaban costos extra y trámites engorrosos que dificultaban su operatoria diaria.
Impacto en el sector frutícola
La medida implica la eliminación total de regulaciones específicas para los sectores frutihortícola, lanero, yerbatero y azucarero dentro del RUCA. En el caso de la fruticultura, esto significa mayor libertad comercial, menos trabas para la exportación y un sistema de comercialización más ágil.
Empresarios y productores del sector han recibido la noticia con expectativa. “Siempre hablamos de la necesidad de reducir la burocracia para poder trabajar mejor. Ahora habrá que ver cómo se implementa en la práctica”, señaló un productor del Alto Valle de Río Negro, una de las principales regiones frutícolas del país.
Un cambio de paradigma
Este anuncio se enmarca dentro de una estrategia más amplia del Gobierno para desburocratizar el comercio agropecuario. En este sentido, también se derogaron 19 normativas que imponían requisitos adicionales en diferentes sectores, como la necesidad de declaraciones juradas previas para exportar carne o programas específicos que ya no se consideran necesarios.
Desde el sector frutícola, la expectativa es que estas medidas permitan mejorar la competitividad en un contexto donde la rentabilidad ha sido un desafío constante. Sin embargo, aún quedan dudas sobre cómo impactará en términos de control sanitario y transparencia comercial.
Con este nuevo esquema, el desafío ahora estará en lograr que la desregulación se traduzca en una mejora real para los productores y exportadores, sin afectar la trazabilidad y calidad de los productos que llegan al mercado.

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