El cáñamo industrial llegó para quedarse en la Patagonia, y promete un nuevo horizonte económico y ambiental.

Autora: Lic. Julieta Cali
Hoy al mediodía se llevó a cabo en el Alto Valle de Río Negro una jornada clave para el futuro agroindustrial de la región, con el procesamiento del primer cultivo de cáñamo de la Patagonia para distintas finalidades: obtener semillas, aceite y fibra para construcción.
La actividad se desarrolló desde las 11 en la Chacra Modelo de Fundación Gen en General Roca, con el objetivo de compartir el trabajo conjunto de la ONG con los sectores público y privado, tras la cosecha de las primeras parcelas experimentales de cáñamo en Mari Menuco (Neuquén) y General Roca (Río Negro). La Fundación mencionada es líder en la innovación con este cultivo en la región patagónica, en alianza con empresas, gobiernos, organismos e instituciones nacionales y provinciales.
Durante la jornada se efectuaron dos procedimientos con el material vegetal resultante de la cosecha: por un lado, la separación del grano para obtener semilla y de ella aceite y otros derivados. Por otro, el chipeado de tallos, para su posterior uso en placas de construcción ecológica. Para ello se utilizaron tres maquinarias clave: una chipeadora de la ONG, y una trilladora y una clasificadora facilitadas por el Municipio de General Roca.
Estuvieron presentes la intendenta de esa ciudad, María Emilia Soria junto a representantes de la secretaría de Producción de ese Municipio, Armando Vidal por la Secretaría de Producción e Industria de Neuquén y el Consejo Federal de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal, el secretario de Producción del municipio de Ramos Mexía, Víctor Tomaselli, el delegado de la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro y Secretario de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de General Roca, Miguel Grasso, así como Lucas Zanovello, del Instituto de Investigación de la Pequeña Agricultura Familiar, Adrián Pessoa, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, Leandro Bustos de la Universidad Nacional de Río Negro, y representantes de la Fundación Gen, organizadora del evento, junto a los responsables técnicos de los cultivos.
Respecto a la importancia de la jornada, la intendenta María Emilia Soria manifestó que “estamos aquí apoyando a Fundación Gen en lo que para nosotros es fundamental, porque va de la mano de diversificar la matriz productiva de General Roca. Vemos en el cáñamo una gran potencialidad. Hoy Fundación Gen está dando un paso enorme con la producción de semillas autóctonas y su adaptación a nuestra geografía, nuestro clima, agua y suelo. Y desde el Municipio estamos acompañando a los productores que se animan a dar este paso”.
Por su parte, Armando Vidal destacó, desde la provincia de Neuquén, que “las propiedades de este cultivo desde lo industrial, lo medicinal y lo ambiental hacen que tenga una gran relevancia en nuestra provincia”, al tiempo que remarcó que “la producción de cáñamo en Argentina es incipiente, y los casos de éxito son pocos. Hoy estamos ante un caso de éxito en un cultivo experimental, lo cual nos permite ver en avanzado cómo se procesa el cáñamo, y para un futuro empezar a pensar en una producción a mayor escala con maquinaria, tecnología que nos permita poner este cultivo en punta en la región”.
Por último, desde Fundación Gen, sus integrantes manifestaron que “estamos muy contentos de poder compartir resultados concretos de nuestros cultivos experimentales realizados en las provincias de Río Negro y Neuquén, y creemos que este es un gran paso para que el sector productivo conozca sobre el cultivo y sus potencialidades y se anime a pensar en ser parte de este futuro”
INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE EL CÁÑAMO
Cáñamo industrial: Un recurso con miles de aplicaciones
El cáñamo es uno de los cultivos más antiguos y versátiles de la humanidad, con registros que se remontan al 2500 a.C. Se propaga mediante semillas y se adapta a una amplia variedad de suelos y climas.
Del cultivo se obtienen más de 25.000 productos con valor agregado. Estos abastecen a las industrias alimentaria (semillas, aceite, proteína), textil (fibras para ropa y tejidos), de la construcción (materiales aislantes y bioconstrucción), energética (biocombustibles), farmacéutica (CBD y otros cannabinoides), automotriz (componentes más ligeros y sostenibles), cosmética (cremas y lociones) y papelera (papel de cáñamo).
El potencial económico, social y ambiental de la planta es ilimitado. Ya en 1797, Manuel Belgrano vislumbraba una transformación productiva e industrial para la Argentina a través del cáñamo, y hasta llegó a escribir un proyecto y un manual de cultivo, pero no logró el apoyo político de la Corona española para transformar su sueño en realidad.
El cáñamo como motor de desarrollo
En la actualidad, el cultivo y la industrialización del cáñamo representan una oportunidad estratégica para la región, por las siguientes potencialidades:
• Diversificación económica: permite ampliar la matriz productiva.
• Generación de empleo y desarrollo económico: crea nuevas fuentes de trabajo a lo largo de toda la cadena de valor.
• Fortalecimiento de la agroindustria local: a través del agregado de valor a la producción primaria y el fomento a la creación de nuevas empresas.
• Nuevas oportunidades comerciales: para abrir mercados a nivel nacional e internacional, en respuesta a la creciente demanda de productos de cáñamo.
• Sostenibilidad ambiental: ofrece a la sociedad alternativas a productos derivados de recursos no renovables, mitiga el cambio climático, requiere menos agua que otros cultivos y mejora la salud del suelo.
• Recuperación de recursos: Permite el aprovechamiento y la recuperación de tierras abandonadas o incluso contaminadas.
• Fomento de la innovación: impulsa el desarrollo de nuevas tecnologías y procesos productivos.