“Desmantelar el INTA es desmantelar el futuro del agro argentino”

Desde la Cámara Agraria de General Conesa advierten que la intención de recortar, reestructurar o vender inmuebles del INTA significaría dejar a los productores sin acceso a tecnología, innovación ni acompañamiento estatal. “Sería un retroceso enorme”, advirtió Daniel Vázquez.
Por Redacción:
En el interior profundo de la Argentina, donde cada hectárea cultivada sostiene economías familiares y cada avance técnico puede marcar la diferencia entre quebrar o sostenerse, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) no es un nombre más: es presencia, es respaldo, es progreso.
Por eso, la posibilidad de que el Gobierno Nacional avance en un proceso de ajuste, reestructuración o venta de inmuebles del organismo encendió alarmas en todo el país. Y en General Conesa, Río Negro, la respuesta no se hizo esperar.
“Desarticular al INTA sería alejar a los productores de la tecnología y la innovación, marcando así una mayor ausencia del Estado. Sería un retroceso, pero también una desconsideración hacia quienes producimos”, expresó con contundencia Daniel Vázquez, presidente de la Cámara Agraria de General Conesa, en diálogo con este medio.
Tecnología, arraigo y soberanía
Desde la Cámara local recordaron que el INTA no es solo un organismo técnico: es un puente entre el conocimiento científico y las necesidades reales del campo, especialmente para los pequeños y medianos productores, que no tienen otra herramienta para acceder a asesoramiento técnico de calidad.
“El INTA ha sido un aliado indispensable para el desarrollo productivo del interior. Genera arraigo, impulsa mejoras tecnológicas, acompaña procesos productivos y brinda soporte en los lugares donde el Estado no llega de otra forma. Defender al INTA es defender la soberanía alimentaria y el futuro de nuestro agro”, afirmó Vázquez.
En ese sentido, la Federación Agraria Argentina (FAA) también expresó su preocupación por la falta de información oficial y los rumores sobre una posible venta de inmuebles, reestructuración del personal y debilitamiento institucional. Desde la entidad, exhortaron a que cualquier decisión se tome en el marco de los Consejos Directivos y Regionales del organismo, garantizando la transparencia y la legitimidad institucional.
Una señal que inquieta
Mientras crecen las voces en defensa del INTA, el sector agropecuario observa con inquietud la tendencia del Gobierno Nacional a aplicar políticas de libre mercado, sin generar condiciones de competitividad para los productores locales, lo que en muchos casos se traduce en incertidumbre, apertura indiscriminada de importaciones y pérdida de sustentabilidad.
“Hasta ahora, son pocas las señales positivas. El campo viene soportando el peso de decisiones que nos dejan desprotegidos, y ahora se suma esta posible avanzada sobre un organismo que ha sido clave para nuestra historia productiva”, subrayó Vázquez.
Una advertencia con fuerza federal
Desde Conesa hasta Formosa, pasando por Entre Ríos, San Juan o Santiago del Estero, el INTA es el corazón del vínculo entre ciencia y tierra. Desfinanciarlo, achicarlo o convertirlo en un cascarón vacío no solo dañaría al sistema productivo: sería una renuncia institucional al desarrollo del país profundo.
“Lo que pedimos no es un favor, es una política de Estado. El INTA debe ser fortalecido, no desmantelado. Si hay errores que corregir, que se haga dentro de sus órganos de conducción, pero que nadie se atreva a convertirlo en otra víctima del ajuste”, concluyó Vázquez.