Comenzó la cosecha de cerezas en Valle Medio

La cereza ha dejado de ser en Río Negro un cultivo secundario para pasar a ocupar hoy un lugar de importancia en la matriz productiva regional.

Las hectáreas en la zona del Valle Medio se han multiplicado en estos últimos años de la mano de las inversiones de las grandes empresas y también de los pequeños y medianos productores que intentan encontrar una salida a la crisis que sufren las explotaciones tradicionales de peras y manzanas.

Esta zona concentra hoy el 80% del total de la oferta de cerezas de la provincia con una superficie del orden de las 400 hectáreas en producción.

Los distintos escenarios dan cuenta que las exportaciones de cerezas hoy no tienen techo teniendo en cuenta la creciente demanda que existe en los mercados asiáticos.

En toda la región del Valle Medio, las condiciones meteorológicas permiten que se logre un excelente producto, en cuanto a calidad, a lo que hay que sumar el potencial nivel de productividad que se puede obtener de estas tierras.

Las empresas están trabajando hace tiempo para ampliar los promedios de producción. Según datos del sector privado, actualmente por hectárea se obtienen cerca de 12.000 kilos, aunque excepcionalmente los promedios pueden llegar a los 14.000.

“Estamos buscando llegar entre los 18.000 y 20.000 kilos”, explicó a este medio Alberto Fagoti, de la empresa Miele.

Las actuales condiciones de mercado, con la salida de muchos productores por los golpes de la helada y el granizo, han favorecido a las empresas asentadas en la zona de Chimpay que mantienen un buen volumen de cosecha para la temporada que ya se inició. “Sólo tuvimos problemas con las cerezas tempranas porque las lluvias de semanas atrás afectaron la calidad de estas variedades”, confió un exportador regional ante una consulta de este medio.

Mano de obra intensiva

En la localidad, además de Miele están instaladas otras dos importantes empresas: las firmas Cerezas Argentinas y Seco SA, cuya principal producción se orienta a la cereza, y que han apostado a tecnología de punta para poder mantener la producción y su crecimiento.

De hecho días atrás se mencionó la posibilidad de “techar” las plantaciones para lograr mejores rindes por hectárea y calidad. Esto se realizaría con una malla especial que permitiría el ingreso de la luz, pero que impediría el daño que pueda ocasionar el granizo y también permitiría menguar los efectos de la helada y los fuertes vientos.

Sólo entre estas tres firmas se contratan, desde los primeros días de noviembre y hasta mediados de diciembre, cerca de 2.700 trabajadores: 80% dedicado a la cosecha y el resto para los galpones de empaque. Según datos del sector, se emplean unas 10 personas por hectárea de cereza, lo que implica un fuerte impacto social para la comunidad. Además, un alto porcentaje de la mano de obra contratada son mujeres por su mayor cuidado y delicadeza al tratar la fruta.

Con respecto a las hectáreas totales se indicó desde la comuna que existen 10 productores chicos, Seco que tiene unas 65 hectáreas en producción, la firma Miele 35 hectáreas y alrededor de 200 hectáreas están en manos de Cerezas Argentinas.

Las condiciones agroecológicas del Valle Medio sumadas a la demanda externa creciente de este tipo de frutas hace prever que exista una apuesta por más hectáreas en el corto plazo de pequeños y grandes productores.

Benito Martin, consultor laboral de la empresa Seco, destacó que “la temporada viene muy bien. Los factores meteorológicos se han superado. La expectativa es muy positiva con respecto al año pasado y por ende va a tener doble implicancia: para los trabajadores va a haber mayores horas de trabajo, eso para la economía del pueblo es muy bueno porque va a haber más poder adquisitivo. Y, por otro lado, está la posibilidad de conservar las fuentes de trabajo”.

“Lo mínimo son entre 40 y 45 días que dura desde la primera variedad hasta la última. La fruta no se puede retener, hay que cosecharla, como tampoco se puede mantener en frío. Aproximadamente la empresa produce 600.000 kilos. Lo que se ha buscado es mantener una calidad para el mercado internacional. El 95% es para exportación y el 5% para mercado interno” agregó.

Fagoti por su parte confirmó, con respecto a la temporada, que “se dio un porcentaje de pérdida por las lluvias que provoca en la cereza temprana cracking y eso no tiene salida comercial”.

“Tenemos algún proyecto en vista de expandirnos un poco en cerezas, de hacer unos nuevos montes. Siempre muy cautos pero seguir avanzando con esta especie. Pero, tenemos un vecino como Chile que produce mucho. Nosotros creemos que estamos en los mercados con muy buena calidad, que la podemos lograr, y buenos calibres; vamos a tener una ventaja comparativa importante”, sostuvo.

A su vez, la empresa Cerezas Argentinas informó desde su página que “se orientó la matriz productiva hacia las variedades de maduración temprana, destinando un 50% de las 200 hectáreas del proyecto para variedades de este tipo (Santina, Royal Dawn, Chelan y Brooks), y complementándolas con otras medias (Stella, Bing y Van) y tardías (Kordia, Regina, Lapins y Sweetheart) en menor escala, permitiendo extender el período de cosecha desde principios de noviembre hasta diciembre”.

La ventaja de poder levantar la producción antes de las Fiestas hace que se pueda establecer como fruta primicia en mercados internacionales logrando de este modo excelentes precios y colocación.

Actualmente es difícil establecer la relación costo-beneficio por kilo de fruta producida, si se tiene en cuenta dos variables más que importantes que aún no se conocen: precio internacional y el aumento en los salarios de los trabajadores, tras las paritarias.

Pero distintos especialistas sostienen que, ante la caída en la producción, y muchos menos kilos en el mercado, el precio se elevaría de manera considerable. Sólo como ejemplo: en la zona, los precios varían por kilo desde los 45 pesos hasta los 75, según calidad y sitio de compra.

Datos clave

12.000 son los kilos por hectárea promedio que se obtienen hoy sobre la producción de cerezas en la región.

95% es lo que se orienta al mercado externo sobre el total cosechado en la región.

500 son las hectáreas en producción de esta especie, con sus distintas variedades, que hay distribuidas en todo el Valle Medio.

Montes más bajos, más producción

Nuevas formas de trabajo sobre los cultivos pueden hacer crecer sensiblemente los rindes. Así lo han indicado los especialistas al ser consultados por el tema. Puntualmente señalaron que se dejarían las plantas de gran porte, aquellas que tienen tres metros o más, y se apostaría por plantas más bajas de dos metros, para lograr un mayor ingreso de luz solar y mejorar el manejo para la cosecha.

Según trascendió, sólo en el caso de la empresa Miele se pretende aumentar el doble las hectáreas. El resto de las firmas también apostaría por ampliar las plantaciones. Fuente: diario Río Negro.