Alto cumplimiento de las BPA en la producción de origen vegetal de la Argentina

Los análisis a las muestras tomadas en 2019 por el Plan Creha Vegetal del Senasa muestra una baja en la presencia de residuos respecto al año anterior.

En la Argentina existe buen nivel de cumplimiento de las buenas practicas agrícolas (BPA) en las producciones de origen vegetal, según los resultados del muestreo realizado en 2019 por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en frutas frescas, secas, hortalizas y granos, que verificó el cumplimiento de las normas en cuanto a Límites Máximos de Residuos de fitosanitarios (LMR) y contaminantes biológicos.

El 94,42% de las casi 2 mil muestras tomadas y analizadas por el Programa Nacional de Control de Residuos, Contaminantes e Higiene de Alimentos de Origen Vegetal (Creha) del Senasa está conforme a la normativa vigente sobre LMR y contaminantes biológicos, según los resultados de los análisis de laboratorio.

Este porcentaje de cumplimientos de las normas representa una mejora del 1,12% con relación al 2018.

Del total de las muestras analizadas, un 5,58% dieron resultados no conformes, es decir que no cumplen la norma. Aún así este porcentaje no representa un riesgo para la salud de los consumidores.

Cabe destacar que es normal que el uso de fitosanitarios deje pequeñas cantidades (residuos) en los vegetales sobre los cuales se aplica o, si son aplicados al suelo, una planta puede absorberlos. Es posible que una pequeña cantidad de residuo persista en el alimento al momento de ser consumido sin que ello represente un peligro para la salud.

En ese sentido, no usar fitosanitarios afectaría negativamente los niveles de producción y la oferta de alimentos. Por eso, el Plan Creha del Senasa tiene por objetivo contribuir a resguardar la salud de los consumidores, para lo cual monitorea anualmente los residuos y microbiológicos en productos vegetales con el fin de detectar desvíos a la norma y realizar su posterior seguimiento, su análisis de riesgo agudo y decisión del curso de acción a tomar.

Las muestras para analizar son tomadas por personal del Senasa en empaques (en caso de que se destine a exportación), establecimientos mayoristas de comercialización en el mercado interno (mercados concentradores, depósitos mayoristas o centro de expedición de los supermercados) y puntos de ingreso en frontera, en el caso de productos importados.

El hallazgo de no conformidades de residuos en la producción nacional estuvo en el orden del 4,21% en tanto que el 5,98% del total de muestras tomadas a productos importados resultaron no conformes, a la Resolución Senasa N° 934/2010 y la Norma GMC N° 15/16.

De las no conformidades detectadas en vegetales de producción nacional, el 61% se debió a desvíos de uso (el productor utiliza productos no autorizados para esa especie vegetal). La proporción de las no conformidades halladas como riesgo agudo es solo del 0,7 %.

El análisis de residuos de fitosanitarios en las muestras de vegetales se realizan siguiendo criterios científicos reconocidos a nivel internacional -como las normas del Codex Alimentarius- validez estadística, progresividad, proporcionalidad y dinamismo.

Menos del 1% de las muestras resultaron no conformes con lo establecido por el Código Alimentario Argentino para contaminantes microbiológicos.

Las tareas analíticas se realizaron en el Laboratorio Vegetal de Senasa y en los que integran su Red Nacional de Laboratorios: CIATI AC; JLA Argentina; Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres y la Estación Experimental Agropecuaria Mendoza, que cumplen con estándares reconocidos por países de alta vigilancia en el mundo como la Norma ISO 17025 para efectuar análisis y controles estandarizados de acuerdo a la normativa vigente.

En función de los resultados que se obtienen, el Senasa notifica al productor o al puestero del mercado o al país de origen de la mercadería – según corresponda – si los alimentos analizados poseen presencia de contaminantes dentro de los límites máximos permitidos por la normativa vigente.

Ante resultados fuera de estos parámetros -que suelen darse por presencia en exceso o por usos no recomendados de fitosanitarios- se realizan nuevos muestreos y se inicia un período de seguimiento (muestreos dirigidos sin intervención de la mercadería) o de vigilancia sanitaria (muestreos dirigidos con intervención de la mercadería a la espera de los resultados de laboratorio).

El Senasa trabaja en el ordenamiento del sistema normativo que regule los diferentes eslabones y puntos de la compleja cadena frutihortícola con el fin de mejorar la eficiencia de los controles y prevenir la contaminación de los productos.

La aplicación del Plan Creha a nivel nacional contribuye a garantizar la inocuidad de frutas, hortalizas y granos destinadas al mercado interno, así como también a mantener abiertos los mercados de exportación.