Alerta roja: Argentina abre la cosecha de cerezas tempranas entre la esperanza exportadora y la falta de nuevos mercados.

Del norte jujeño al Valle Medio rionegrino, el país pone en marcha una nueva temporada de cerezas tempranas con expectativas de calidad y trabajo, pero bajo la sombra de una preocupación compartida: en los últimos años no se abrió ningún mercado nuevo ni se avanzó en la reducción de aranceles para la fruticultura argentina.

La imagen se repite cada primavera, pero este año tiene un peso simbólico especial. En el norte del país, Jujuy marcó el inicio con una cosecha experimental ultra temprana —una muestra del potencial que puede alcanzar Argentina cuando el clima, la innovación y la estrategia se combinan.

Semanas después, Mendoza dio el primer paso comercial y ya tiene fruta en empaque, confirmando su liderazgo como una de las zonas más tempranas del hemisferio sur.

Ahora, el movimiento llega al Valle Medio de Río Negro, donde entre el lunes y el martes comenzará oficialmente la recolección de cerezas tempranas. Allí, la Patagonia se pone en marcha: fincas, galpones, transportes y mano de obra local activan un engranaje económico que representa arraigo, empleo y proyección internacional.

Sin embargo, detrás del brillo de la fruta hay una realidad que inquieta al sector.

Pese al esfuerzo tecnológico y a la creciente profesionalización de los productores, en el gobierno anterior y en lo que va del actual no se abrió ningún mercado nuevo para la fruticultura argentina, ni se abordó el tema de los aranceles que siguen limitando la competitividad frente a países como Chile o Australia.

Esto deja a los productores en una situación compleja: más costos, menos margen y una carrera cada vez más exigente para sostener presencia en destinos tradicionales como China, Estados Unidos y Europa.

Aun así, el sector no se detiene. Las variedades tempranas —cultivadas con precisión, manejadas bajo cobertores y seleccionadas por su firmeza y dulzura— vuelven a posicionar a la cereza argentina en el calendario mundial. Cada fruta que sale de los empaques patagónicos lleva detrás meses de trabajo, inversión y esperanza.

La Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados (CAPCI) encabeza este proceso, articulando con las provincias productoras para sostener la competitividad en un contexto adverso. Su director, Aníbal Caminiti, analiza la situación actual, los desafíos de mercado y la necesidad de políticas concretas que acompañen el crecimiento de una actividad que genera empleo, divisas y desarrollo regional.

La entrevista completa con Aníbal Caminiti (CAPCI) podrá escucharse en todas nuestras plataformas de audio, donde se profundiza en la actualidad del sector, los precios, las variedades tempranas y el futuro exportador de la cereza argentina.

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