Alarma por la caída de exportaciones de manzanas en el puerto de San Antonio Este
El puerto de San Antonio Este (SAE), en Río Negro, celebró en 2024 un notable crecimiento en sus embarques totales, alcanzando las 152.086 toneladas, un 25% más que el año anterior. Sin embargo, detrás de este dato alentador se oculta una problemática que preocupa profundamente a los productores de manzanas de la región: las exportaciones de esta fruta continúan en caída libre.
En contraste con el aumento en las colocaciones de peras, que representaron el 90% de los embarques del puerto y crecieron un 39% interanual, las exportaciones de manzanas alcanzaron apenas 12.733 toneladas. Este volumen refleja una caída del 6% respecto a 2023 y un alarmante descenso del 50% en comparación con el promedio de los últimos cinco años.
Un desplome histórico
El retroceso en las exportaciones de manzanas es aún más preocupante si se analiza en una perspectiva de largo plazo. Hace dos décadas, en 2004, el puerto de SAE concentraba el 75% de las exportaciones nacionales de manzanas. Hoy, esa participación se redujo al 16%. En términos absolutos, se dejaron de exportar cerca de 200.000 toneladas en los últimos 20 años, una cifra que refleja el impacto de esta crisis.
Holanda fue el principal destino de las manzanas exportadas en 2024, con 3.600 toneladas (28% del total), seguido por Rusia (16%) e Inglaterra (15%). Sin embargo, la diversificación de mercados no ha logrado revertir la tendencia negativa.
Causas de la crisis
Productores y exportadores coinciden en que la problemática es multicausal. Por un lado, el mercado internacional exige nuevas variedades que Argentina no está produciendo, lo que ha dejado obsoletas opciones tradicionales como la Red Delicious. Además, la calidad de la producción del Alto Valle ha perdido prestigio en los últimos años, dificultando la competencia en mercados exigentes como Europa y Asia.
Otro factor crítico son los elevados costos de producción. Según un informe de la Estación Experimental Alto Valle del INTA, el costo de producir un kilogramo de peras y manzanas en la región se estimó en 0,32 dólares en 2022 , incrementándose a 0,37 dólares en 2023 . y actualmente la Federación de productores de fruta de Río Negro y Neuquén está intentando que se llame a la mesa para definir el costo de producción actual. Esta situación se agrava con la caída de los precios ofrecidos por las grandes empresas exportadoras, llevando a que muchos productores enfrenten pérdidas significativas. De hecho, se estima que hasta 100.000 toneladas de manzanas y peras podrían quedar sin cosechar en el primer trimestre de 2025 debido a que el costo de recolección supera los precios ofrecidos.
Riesgo de desaparición de productores
La combinación de altos costos de producción y bajos precios de venta está llevando a una situación insostenible para muchos productores. En la última década, el Alto Valle ha perdido casi 12.000 hectáreas dedicadas a la fruticultura, lo que representa una reducción del 23% . Esta tendencia amenaza con la desaparición de cientos de pequeños y medianos productores, poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo en la región.
El desafío para el futuro
Mientras las peras han consolidado su posición en mercados internacionales, las manzanas enfrentan el desafío de adaptarse a las nuevas exigencias del comercio global. La falta de innovación en variedades, la pérdida de calidad y los elevados costos de producción son obstáculos que el sector debe superar para recuperar terreno.
El puerto de SAE, que en 2024 logró su segundo año consecutivo de crecimiento en embarques totales, es un actor clave para la economía regional. Sin embargo, los números reflejan una realidad compleja: mientras algunos productos prosperan, otros enfrentan una crisis que exige soluciones urgentes.
Para los productores del Alto Valle, el mensaje es claro: la reconversión, la reducción de costos y el trabajo en conjunto serán esenciales para revertir esta tendencia y devolverle a la manzana argentina el lugar que supo ocupar en los mercados internacionales.
