Río Negro firmó convenio para dotar de riego a nuevas zonas productivas
El Gobierno de Río Negro firmó el pasado viernes con la Nación el convenio marco de Colaboración para el desarrollo del proyecto de irrigación de la zona de Negro Muerto, que incluye unas potenciales 97.000 hectáreas bajo riego presurizado.
El objetivo es potenciar la generación de alimentos y forrajes para el ganado con destino a la faena o producción de leche.
Este acuerdo se encuentra enmarcado en el Programa Nacional de Nuevas Áreas de Riego, cuyos pilares son el desarrollo de obras de infraestructura para un uso eficiente del agua, la recuperación y transformación de diversos suelos en tierras productivas, el cuidado del medio ambiente, la vinculación público-privada, el desarrollo de la actividad agrícola, el fomento de las economías regionales y la generación de nuevos empleos.
El convenio fue firmado el pasado viernes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el gobernador Alberto Weretilneck; el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio; el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo José Bereciartúa. Participó del encuentro además el coordinador de proyectos de Riego de Río Negro ante Nación, Marcelo Martín.
El mismo es el primer paso hacia la concreción del ambicioso proyecto del Gobierno Provincial de poner en producción y valor unas 500.000 hectáreas en distintas zonas de la provincia, como Negro Muerto, Colonia Josefa, La Japonesa y Guardia Mitre, generando un potencial cambio en la matriz productiva de Río Negro.
El proyecto de regadío de estas áreas productivas de Río Negro recibió una valoración positiva por parte de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, por lo que de ahora en adelante se desarrollarán los proyectos particulares para avanzar en este ambicioso proyecto provincial.
A partir de este convenio, la Provincia y Nación realizarán los análisis de factibilidad ambiental, técnica y económico-financiera del proyecto, el estudio de títulos y el estudio de los precios de mercado de las tierras afectadas al mismo, comprendiendo en este último caso las tasaciones del precio actual y del precio futuro (precio con las obras de infraestructura finalizadas) de las hectáreas y/o lotes sujetos al mismo.
Por la calidad del agua y el suelo, sumado a su condición climática, Río Negro es una de las provincias mejor posicionadas para recibir este tipo de inversiones. Se estiman en unas 500.000 las hectáreas que podrían incorporarse al regadío, las que se sumarían a las 800.000 ya existentes. Las mismas actualmente son parte de campos de monte, por lo que se apunta a transformarlas en más productivas a través de la incorporación del riego para hacerlas aptas para la agricultura.
En este marco, se apunta a la generación de acuerdos mediante la asociación público – privada, donde el Estado funcione como articulador, entre los intereses de quienes pretendan inyectar el capital y los productores dispuestos a recibir esas obras que deberán pagar en plazos de entre 10 y 15 años.