El abejorro que impulsa la producción: el papel de los Bombus en la agroindustria del país, ahora en Río Negro.

Cómo los polinizadores alternativos están ganando terreno en los cultivos argentinos y por qué los productores deberían prestarles atención
En el complejo entramado de la producción agropecuaria argentina, donde la eficiencia, la calidad y la sustentabilidad se tornan aspectos cada vez más críticos, aparece un actor discreto pero de enorme importancia: los abejorros del género Bombus. Aunque a menudo pasan desapercibidos frente al emblemático papel de la abeja de miel, estos insectos están reivindicando su lugar en la agroindustria nacional gracias a sus cualidades únicas como polinizadores.
¿Por qué los Bombus?
Los abejorros tienen una serie de atributos que los convierten en auxiliares de valor para ciertos cultivos exigentes. Gracias a su capacidad de vibrar sus músculos al posarse sobre una flor —lo que se conoce como buzz pollination— pueden extraer polen de flores de difícil acceso, tales como las de tomate, pimiento o frutillas. Además, su mayor tamaño y cuerpo más “peludo” favorecen una mayor carga de polen y una transferencia más eficaz entre flores.
Pero no solo eso: a diferencia de otros polinizadores, los Bombus pueden operar en condiciones menos ideales (clima más frío, cielos nublados, mayor viento), lo que los hace particularmente valiosos en regiones o temporadas menos favorables.
Una experiencia pionera en Río Negro
En la provincia de Río Negro ya comenzó a ponerse a prueba esta alternativa en un vivero de tomates, donde se evalúa el impacto del polinizador Bombus en la mejora del rendimiento y la calidad de los frutos. El secretario de Agricultura de Río Negro, Lucio Reinoso, en contacto con este medio, destacó la importancia de esta experiencia como parte de una estrategia provincial para incorporar tecnologías biológicas que fortalezcan la producción hortícola y frutícola con criterios de sustentabilidad.
La entrevista completa con el secretario de agricultura Lucio Reinoso puede escucharse en todas nuestras plataformas de audio.
Un servicio que mejora rendimiento y calidad
La literatura especializada muestra que, en los cultivos en que se emplean, los abejorros pueden incrementar el rendimiento, la calidad del fruto y reducir la incidencia de frutos mal formados o sin polinizar correctamente. Este es un argumento clave para los productores: invertir en un servicio de polinización con Bombus puede traducirse en mayor producción, mejor presentación y mayor valor agregado.
Desafíos y oportunidades para el agro argentino
Para que este potencial se concrete en la Argentina, la situación exige un análisis cuidadoso. Primero, es necesario identificar cuáles especies de Bombus son aptas para su uso local, o si corresponde fomentar las poblaciones silvestres antes que recurrir a colonias importadas. Segundo, las buenas prácticas agrícolas —como manejo de agroquímicos, fomento de flora de apoyo, diseño de hábitats de forraje— adquieren centralidad.
Un productor que adopte el uso de Bombus debe contemplar no solo la introducción del polinizador, sino también el entorno que permita que éste rinda. Además, los marcos normativos, los incentivos adecuados y la articulación público-privada serán decisivos. Iniciativas gubernamentales o provinciales que faciliten la adopción de polinización alternativa pueden acelerar los beneficios. Asimismo, cadenas productivas (hortícolas, frutícolas, semilleras) que incorporen esta herramienta pueden ganar competitividad, especialmente en mercados exigentes en calidad o sustentabilidad.
Hacia una estrategia nacional de polinización sustentable
La clave podría estar en movernos hacia un modelo de “polinización integrada”: no depender exclusivamente de abejas de miel, sino complementar con Bombus u otros polinizadores, fomentar la biodiversidad, establecer corredores florales y medir de forma sistemática el servicio de polinización.
De este modo, la agroindustria argentina no solo incrementa su productividad, sino que también fortalece su resiliencia frente a desafíos como el cambio climático, la reducción de hábitats naturales y la intensificación de cultivos.
En definitiva, los abejorros del género Bombus están emergiendo como un componente estratégico para el agro moderno. Su incorporación no es un lujo, sino una herramienta que suma al rendimiento, la calidad y la sustentabilidad. Para el productor argentino que esté pensando en crecer, diferenciarse y prepararse para los desafíos del futuro, prestar atención a este “polinizador alternativo” puede marcar la diferencia.
La pregunta, entonces, no es si debemos usar Bombus, sino cómo lo hacemos de la mejor manera para que rinda, sea sustentable y beneficie tanto al campo como al ambiente.









