Río Negro afianza su identidad vitivinícola: entre el mar, la cordillera y la mesa de los grandes eventos.
La provincia despliega una estrategia integral que combina innovación, turismo y exportaciones para posicionarse en el mapa nacional e internacional del vino. Desde la participación en “Bariloche a la Carta” hasta una cava submarina única en el país, pasando por el fortalecimiento de la Ruta del Vino, el sector atraviesa un momento de consolidación y proyección.
Río Negro está escribiendo un nuevo capítulo en su historia vitivinícola, y lo hace con una combinación poco común: la fuerza de su tradición centenaria, el empuje de productores que apuestan por la innovación y una estrategia de promoción que une la costa atlántica con la cordillera.
En diálogo con este medio, la directora de Vitivinicultura provincial, Mariana Cerutti, trazó un panorama del presente del sector, que se mueve con dinamismo a pesar de las tensiones que enfrenta la producción en todo el país. El repunte del consumo local, el crecimiento del enoturismo y la diversificación geográfica son piezas centrales en un tablero donde cada jugada busca generar más valor agregado y abrir mercados.
Uno de los puntos más llamativos es el proyecto de cava submarina en el Golfo San Matías, donde botellas reposan bajo el mar en un entorno controlado, adquiriendo características únicas. Esta iniciativa no solo despierta interés técnico, sino que se perfila como un atractivo turístico diferenciado que conecta la vitivinicultura con el mar rionegrino.
El calendario de promoción también suma hitos estratégicos: la presencia en “Bariloche a la Carta”, uno de los eventos gastronómicos más importantes de la Patagonia, permitirá mostrar la calidad y diversidad de los vinos rionegrinos ante un público gourmet, reforzando la imagen de la provincia como destino enogastronómico.
En el plano comercial, Cerutti destacó el comportamiento de las exportaciones, con mercados que valoran el origen patagónico como sinónimo de calidad y singularidad. La estrategia apunta a mantener y ampliar esa presencia, al tiempo que se impulsa la Ruta del Vino, que acaba de renovarse con 13 bodegas integradas y una visión más amplia, incluyendo productores de otras zonas de la provincia y sinergias con Neuquén y Chubut.
La fotografía actual muestra a un sector que, sin dejar de enfrentar desafíos, avanza hacia un posicionamiento sólido. Desde los viñedos del Alto Valle hasta los nuevos emprendimientos en El Bolsón y la costa atlántica, Río Negro busca consolidar su lugar como referencia del vino patagónico.
La entrevista completa con Mariana Cerutti en todas nuestras plataformas de audio.