Negro Muerto: el nuevo mapa de la agricultura patagónica que desafía al desierto.

Audio: entrevista completa con Lucio Reinoso, Secretarío de Agricultura de Río Negro

Río Negro impulsa un ambicioso proyecto productivo que ya transforma tierras áridas en polos agrícolas de alto rendimiento. Con electrificación para riego eficiente, planificación técnica y protagonismo territorial, el valle de Negro Muerto emerge como un caso testigo de innovación rural. En diálogo con este medio, desde la Secretaría de Agricultura provincial trazaron los ejes estratégicos de una revolución silenciosa que ya está en marcha.

Hay lugares que se reinventan. Que pasan del olvido a convertirse en símbolo de transformación. Negro Muerto, en la zona ribereña entre General Conesa y Choele Choel, es uno de ellos. Una región que durante décadas permaneció fuera del radar productivo, hoy se convierte en la punta de lanza de una política pública que imagina la agricultura en la Patagonia.

Desde la Secretaría de Agricultura de Río Negro, su secretario el ingeniero Lucio Reinoso, en diálogo con este medio, confirmó que no se trata de una promesa ni de un sueño a largo plazo. El proyecto está en ejecución. Ya se culminó la primera fase de electrificación sobre 15.000 hectáreas, con una infraestructura diseñada para sostener riego presurizado: 35 kilómetros de líneas de media tensión, siete subestaciones y un esquema escalable que apunta a alcanzar hasta 62.000 hectáreas. El objetivo: reemplazar los sistemas alimentados a gasoil por un modelo más limpio, económico y eficiente.

Pero detrás del desarrollo técnico hay una visión: transformar tierras improductivas en suelo fértil, con rindes que ya superan los promedios nacionales. En Negro Muerto, la soja rinde hasta 50 quintales por hectárea, el trigo llega a 84, y el maíz alcanza cifras históricas de 140 quintales. Son números que no solo entusiasman a los productores, sino que despiertan interés nacional e internacional por replicar el modelo en otras zonas áridas del país.

Uno de los pilares del proyecto es el manejo sustentable del suelo, promoviendo rotaciones inteligentes, cobertura permanente y prácticas conservacionistas. Se trabaja codo a codo con entidades como Aapresid, en una construcción colectiva que incluye al Estado, técnicos, empresas y productores.

Reinoso explicó que este desarrollo no es una isla. Forma parte de una estrategia mayor que también proyecta avances en Colonia Josefa y Guardia Mitre, con planes similares de electrificación y riego. Río Negro, que ya suma 87.000 hectáreas bajo riego, busca multiplicar el valor agregado del sector agroindustrial sin comprometer su equilibrio ambiental.

El impacto va más allá del campo. Se prevé la generación de empleo local, el fortalecimiento del arraigo rural y la reactivación de economías regionales. Negro Muerto no solo produce granos: produce comunidad, oportunidades y una narrativa diferente para el desarrollo territorial.

El contexto nacional no es simple, y sin embargo, Río Negro decidió avanzar con infraestructura estratégica en lugar de recortar. Apoyándose en planificación, eficiencia e inversión bien direccionada, la provincia propone una hoja de ruta concreta que articula lo público con lo privado. Una apuesta por la producción con horizonte.

Te invitamos a escuchar la entrevista completa con Lucio Reinoso, Secretarío de Agricultura de Río Negro, donde se detalla cómo se gestó este ambicioso plan, cuál es el modelo de gestión elegido y qué desafíos quedan por delante en este nuevo ciclo productivo. Disponible en todas nuestras plataformas de audio.

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