Vitivinicultura: caída del consumo y precios en riesgo

El sector atraviesa un escenario complejo por la baja demanda interna, la falta de competitividad en exportaciones y el sobrestock de vinos.
Productores exigen medidas urgentes para sostener la rentabilidad.
Un mercado golpeado por la crisis
La industria vitivinícola argentina enfrenta uno de sus momentos más desafiantes. La caída del consumo interno, impulsada por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, y la falta de competitividad en los mercados externos han puesto en jaque a los productores. En San Rafael, Mendoza, Marcelo Serrano, presidente de la Sociedad Rural, advirtió sobre la grave situación del sector y la necesidad de medidas urgentes para evitar un colapso.
El 80% del vino argentino se consume en el mercado local, pero la inflación y la recesión han reducido significativamente la demanda. “Los precios no pueden ajustarse al alza sin afectar aún más el consumo, lo que deja a los viñateros en una situación de extrema vulnerabilidad”, explicó Serrano. Actualmente, el kilo de uva común se paga entre $200 y $250, un valor que productores y municipios del Este mendocino buscan elevar a $340 para evitar pérdidas económicas.
Sobrestock y dificultades para exportar
Uno de los factores que agrava la crisis es el exceso de stock en las bodegas, lo que presiona aún más los precios a la baja. “El problema no es solo la falta de demanda, sino que las bodegas tienen grandes volúmenes de vino sin vender, lo que desalienta la compra de uva a precios justos”, señaló Serrano.
A nivel internacional, la industria enfrenta obstáculos adicionales. La falta de un tipo de cambio competitivo afecta la rentabilidad de las exportaciones, mientras que el costo de los insumos sigue ajustándose a valores internacionales. “El gasoil, los insumos y la logística se pagan en dólares, pero el vino se sigue comercializando en pesos, lo que genera un desfasaje insostenible para el productor”, agregó el dirigente. Además, la producción global de vino en países como Chile, Australia y Estados Unidos incide en la competitividad del sector argentino.
Un futuro incierto sin respuestas concretas
Frente a este panorama, los viñateros exigen medidas urgentes. La incertidumbre crece con el avance de la cosecha y la falta de acciones concretas por parte del Gobierno. Sin soluciones inmediatas, el sector vitivinícola podría enfrentar una de sus peores temporadas en años, con consecuencias directas para miles de productores y trabajadores de la cadena de valor.
