El negocio de la palta austral: Un viaje en montaña rusa
Autora: Ing.Agr. Betina Ernst – Top Info
El mercado de la palta siempre trae sorpresas. Es común que las campañas evolucionen de forma distinta a lo esperado. Además, dentro de una misma campaña alternan rápidamente semanas favorables, con otras olvidables. A todo esto, los cambios pueden ser bastante repentinos.
Luego de años exitosos, en los cuales el consumo explotó; las dos últimas campañas golpearon duramente a esta fruta. Esto se debió a que la oferta siguió creciendo, mientras que la demanda se retrajo, producto de la crisis económica. Hubo una gran sobreoferta que no encontró salida, los precios se desplomaron y las paltas se deterioraron. La situación fue especialmente difícil durante el último verano. El mercado europeo se vio inundado de paltas australes, que terminaron vendiéndose a cualquier precio, quedando el negocio en números rojos. Para no agravar esta situación los proveedores australes, como Perú, Sudáfrica y Kenia, dejaron de enviar paltas a Europa. Gracias a esta medida drástica el mercado logró recuperarse.
Como es habitual luego de una mala experiencia, los operadores se enfrentan a la nueva campaña con mucha cautela. Tanto Perú, como Sudáfrica y Kenia pronosticaron una abundante cosecha, superando a la de años previos. Perú espera superar por primera vez las 600.000 tons exportadas. El mercado europeo es el principal destino para estos tres orígenes. Las posibilidades en otros mercados son reducidas, más aún este año, en el cual México pronosticó mayores envíos a los EEUU. Por ello, se temía un nuevo tsunami de paltas peruanas, deterioro del mercado, caída de los precios, etc. Pero en las primeras semanas esto no se dio. El mercado evolucionó en forma positiva gracias a:
La campaña del Mediterráneo finalizó antes y con menores volúmenes que en otros años.
La temporada de Perú se inició más temprano que otros años, pero un ciclón a fines de marzo interrumpió la cosecha y complicó el traslado. Los embarques se retrasaron 1-2 semanas.
Por ello, durante marzo y parte de abril el mercado estuvo bastante despejado, e incluso faltó fruta para las promociones de Pascuas.
Una vez recuperado el inconveniente del ciclón se esperaban voluminosos embarques, como se habían pronosticado.
Sudáfrica, luego de las experiencias de años previos, decidió anticipar su campaña lo más posible, para no coincidir con la plena campaña peruana. Por lo cual se inició en forma temprana y registró su peak de arribos a fines de abril. En este momento ya está reduciendo paulatinamente sus exportaciones.
Los supermercados, previendo el gran volumen que iba a ingresar, programaron múltiples promociones con precios muy atractivos. En Alemania los grandes discounter, como Aldi ó Penny, volvieron con sus ofertas a 0,79-0,99 €/unidad. El incentivo sobre las ventas se hizo notar.
El consumidor está respondiendo mejor a lo esperado. Los clientes esperan las promociones para volver a disfrutar de la palta, a cuyo consumo se habían acostumbrado, y tuvieron que limitar por cuestiones económicas. Por ello, al ver una oferta reaccionan inmediatamente y compran, compensando las semanas de menor consumo.
En las últimas semanas se ha observado en Europa una leve recuperación de las compras de frutas más caras. El shock de la inflación y caída del poder adquisitivo pasó. Se han acostumbrado a estas circunstancias. Por otro lado surgen las ganas de volver a comprarse cada tanto algo especial, darse algún gusto.
Pero el idilio terminó. Finalmente, durante los últimos días llegaron los grandes volúmenes peruanos, que tanto se temían. Perú alcanzó su peak de arribos, superando el record del año previo. El mercado se enfrenta nuevamente a una invasión de paltas y no se sabe si todas las previsiones fueron suficientes para evitar un descalabro. Las cadenas absorberán un porcentaje importante de los tamaños grandes a medios, para cumplir con sus programas. Lanzarán múltiples promociones a precios atractivos. También se espera que el avance de la primavera incentive al consumo. Pero a pesar de estas medidas, los precios empezaron a caer. La duda está cuanto será el ajuste y si se puede evitar alcanzar los bajísimos niveles del 2022. El mayor problema reside en el gran volumen de paltas chicas. Que hacer con el mismo. Se logró negociar algunas promociones de prepacks. Pero esto es totalmente insuficiente ante la gran disponibilidad. Por lo cual los stocks crecen y los precios decrecen cada vez más. En caso de los tamaños más pequeños el derrumbe de los precios ya fue tal, que alcanzaron los bajos niveles del 2022. En el corto plazo no habrá alivio, ya que se prevén embarques muy voluminosos por 2-3 semanas más.
Surge el gran desafío de encontrar qué mecanismos más se podrán aplicar para evitar estos vaivenes y poder programar un mejor ajuste entre oferta y demanda. Un mercado más estable beneficiaría a todos los participantes.