Las provincias de la región buscan defender la marca Patagonia
La provincia del Neuquén tiene un rol activo en poder proteger el sello propio desde las políticas públicas, junto con sus productores.
La provincia del Neuquén, en acuerdo con el resto de las provincias patagónicas, elevó un pedido a la Cancillería argentina con el fin de proteger la marca Patagonia, insignia que ubica a esa región en un nivel privilegiado en el mercado mundial.
Dentro de un trabajo conjunto que vienen desarrollando los ministros de Producción en la Mesa Regional de Desarrollo Productivo, se ha avanzado en esta acción que busca proteger a productores y productos originarios de la zona.
En ese contexto, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego trabajan por la compensación por zona desfavorable para Pymes, y los sectores lanero y frutihortícola, y el reembolso por puertos patagónicos.
«El pedido elevado a la Cancillería y al Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI), tiene que ver con proteger la marca Patagonia y la competitividad de los productos de origen», señaló el ministro de Producción e Industria, Facundo López Raggi.
«Esta marca es reconocida a nivel mundial como estándar de excelencia, asociada a parámetros orgánicos y naturales. Hoy sucede que existen productos y empresarios de otros países que hacen usufructo con ella», aseguró.
El funcionario explicó que «que queremos preservar el gran potencial de una marca que se vende por sí sola, tomando la decisión conjunta de proteger los intereses y valores de nuestros productores y los lineamientos que cada provincia viene trabajando y acompañando en ese sentido».
Indicó que “esta acción fue solicitada también por la Cámara de Bodegas, sector que viene detectando que el vino ha sido uno de los productos donde se han detectado más solicitudes a nivel internacional de empresas que quieren registrar sus vinos vinculados a la Patagonia”.
Fundamentación
La nota dirigida por las provincias al ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá, y al embajador Jorge Neme, de la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, fundamenta que “el creciente auge de esta región hace que cada vez más productos pretendan asociarse con ella, fundamentalmente con relación a las condiciones medioambientales y naturales”.
Además, aboga para que el uso de su nombre sea “exclusivo para las producciones locales, porque es una región política argentina, y si bien es un privilegio tener la calidad y abundancia de estos recursos, escasos en el planeta, también implica un mayor esfuerzo y mayores costos para los productores de la región, por el hecho de estar alejados de los grandes centros de consumo”.
“La construcción y reconocimiento de la indicación Patagonia, debe ser pensada como un proceso dinámico que interrelaciona elemento socioculturales, agroecológicos, jurídicos, y económicos que buscan integrar identidades colectivas”, manifiestan.
Puntualizan que se ha notado evidencia en el intento “del registro de la marca en diversos países, sobre todo en los mercados de gran poder adquisitivo y más desarrollados como China, la Unión Europea o los Estados Unidos”.
Por tales motivos se solicitó al organismo nacional su mediación “a través de una notificación a los organismos reguladores del Registro de Marcas en los diversos países, sobre el estatus de la Patagonia como indicación geográfica Argentina”.