Neuquén: Vuelve la venta de canastas del Proda

Mañana se realizará la primera venta de canastas con productos de las huertas urbanas y salas de elaboración.

El Programa de Desarrollo Agroalimentario Proda, dependiente del ministerio de Producción e Industria, relanzará desde mañana el sistema de Agricultura Sostenida por la Comunidad (ASC) temporada 2019, consistente en la venta de canastas con productos de las huertas urbanas y salas de elaboración.

El sistema ASC tiene la característica fundamental de ser un sistema de economía social que puede hacer sostenible la Agricultura Urbana, vinculando comercialmente y sin intermediarios a productores y consumidores, considerándose éstos últimos como coproductores, pues son quienes con el tiempo cofinancian y colaboran en el sostenimiento de la actividad primaria.

Las “canastas del Proda” han sido diseñadas para canalizar la venta directa de productos urbanos, locales, orgánicos, frescos, estacionales y saludables que son cultivados en las diferentes huertas que el programa desarrolla y acompaña en los barrios neuquinos bajo criterios agroecológicos y de manera orgánica, sin la utilización de agroquímicos, ni pesticidas de ninguna especie.

A las canastas se les suman los productos procesados y elaborados en las salas de agroalimentos del Proda, con seguimiento técnico en materia de calidad y seguridad alimentaria, como dulces y conservas, pickles, escabeches o chutney, y productos elaborados bajo criterios de alimentación saludable como dulces reducidos en azúcar, saborizadores sin sal, etc.

Esta temporada las canastas incluirán también hierbas espontáneas, silvestres y comestibles de la región, consideradas de importancia nutricional. En este tema se viene trabajando con nutricionistas de la Comisión de Alimentación Saludable Provincial (CASP), para ofrecer a los consumidores información sobre las propiedades nutritivas y medicinales de estas especies, además de recetas y consejos para llevar una alimentación saludable.

Las verduras de las canastas serás cosechadas esa mañana, y armadas por los mismos huerteros capacitados específicamente para esta actividad, en la sede del Proda ubicada en Bouquet Roldán 269 de Neuquén. Cada canasta contendrá más de 15 kilos de verduras y sumará aproximadamente 30 diversas especies de hortalizas de estación de las huertas, entre las que se destacan ajo, apio, cebollas, morrones de distintos colores, repollo, tomates, kale, rúcula, diversidad de zapallos y zapallitos, chaucha, ajíes picantes y toda la variedad de hierbas aromáticas de las huertas.

De esta manera el programa pone en valor un sistema de oferta de alimentos producidos localmente por huerteros de la ciudad, que buscan convertir su trabajo diario en una actividad económica y, a la vez, una oportunidad accesible a las familias que quieren llevar a su mesa productos frescos, sanos y ricos.

Quienes estén interesados en formar parte de este sistema de Agricultura Sostenida por la Comunidad, pueden enviar sus datos de contacto ingresando en el formulario online “CANASTAS DEL PRODA – ASC”, para que el equipo del Proda se comunique y pueda ofrecerles los productos de estación disponibles para cada evento de ASC que se realice. Link del formulario de ASC: https://drive.google.com/open?id=1VxR3wKe-9X1OP05gJMxBAi4Jhp6-lc2atxCLZ2WMH50

La agricultura sostenida por la comunidad en el mundo

Estos sistemas se consolidan como modalidades productivas que plantean de una manera diferente la relación productor-consumidor, permitiendo que la gente que trabaja la tierra desempeñe esta actividad según modelos de economías sociales.

El consumidor abandona su rol pasivo y se transforma en un “coproductor”, ya que mediante el ejercicio de una responsabilidad social del consumo afianza las actividades productivas primarias.

En general se trata de que los pequeños productores tengan un mercado cerrado exitoso en pequeña escala. De esta manera, se busca aumentar la producción local de alimentos, la calidad de la alimentación y el cuidado de la tierra y las plantas, mientras se reducen sustancialmente los desperdicios y los riesgos financieros para los productores.

El sistema nació en la década de 1960 en Japón, Alemania y Suiza, como respuesta a los problemas de la alimentación sana y de la urbanización de los suelos agrícolas.

Funcionamiento

El diseño de base incluye un grupo de consumidores dispuestos a financiar el presupuesto de una unidad de producción con el fin de obtener alimentos de calidad y un grupo de productores que valore el cultivo orgánico y las buenas practicas agroecológicas por encima de las variables estrictamente económicas (demanda-oferta).

En algunos países los consumidores llegan a financiar las futuras cosechas y así comparten el riesgo y/o excedentes de agroalimentos con el agricultor.

Esto permite vender la cosecha a mejores precios, ya que se eliminan los intermediarios y beneficia al consumidor en cuanto obtiene productos de procedencia cierta a un precio justo.

Asimismo, libera al agricultor de la difícil tarea de mercadeo de productos perecederos, pudiéndose concentrar en los aspectos de producción.

Beneficios del programa

Entre los beneficios del programa se encuentran la mejora de la calidad alimentaria y la producción orgánica, que contribuye al cuidado y saneamiento ambiental e incentiva el uso racional de la tierra, ya que la mayoría de las ASC deben suplir una gran variedad de productos (20 y 40 tipos diversos), lo cual evita los monocultivos y conduce a un desarrollo sostenible.

Además, el programa une al agricultor con el consumidor, permitiendo un diálogo directo entre las partes; incentiva la formación del sentido comunitario y cooperativo entre las unidades productivas y sus asociados; permite al agricultor tener una garantía de la venta de sus productos a precios ciertos; y libera el tiempo del agricultor para dedicarse a labores productivas.

También incentiva al consumidor a visitar las unidades productivas y observar las condiciones bajo las cuales se producen los alimentos; crea redes de intercambio y fortalece emprendimientos asociativos; mejora el precio de venta de los productos a los agricultores al eliminar las cadenas de intermediación; y mantiene el flujo del dinero que se gasta en alimentación en las economías locales.

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